Atlantis - Bughead

Capítulo 32

----- Atlantis -----

Hiram regresaba del trabajo un poco estresado.

Siempre habían algunas complicaciones en cuanto a los negocios. Los tiempos cambiaban y después de aquella mala inversión no se podía dar el lujo de perder ni un solo centavo si quería volver a gozar de la fortuna que alguna vez tuvo.

Una sonrisa se extendió por sus labios al contemplar al administrador del banco esperando en la sala acompañado de su esposa.

— Sr. Claire que gusto verlo por aquí. — se acercó para estrechar sus manos. — No sabía que nos visitaría. Me habría demorado menos...

— No se preocupes, su esposa me ha recibido y además, también ha salido de improvisto dicha visita así que... — le quitó importancia.

— ¿Gusta algo de tomar? Quizá quiera acompañarnos a la cena... — ofreció Hiram.

— Ya he bebido una taza de café con su señora y, no pretendo ser grosero pero mi familia seguro espera por mi en casa así que prefiero realizar mi trabajo. — sonrió.

— Por supuesto, vamos al despacho.

El administrador se despidió de Alice con un beso en su dorso y siguió a Hiram. Ya adentro de la oficina ambos tomaron asiento.

— ¿Qué puede ser esta vez?— aunque quería fingir desconcierto, la verdad es que Hiram sabía perfectamente que la visita de Sr, Claire solo se debía a una cosa.

Jughead había depositado dinero.

— He recibido una carta del señor Jones. Bueno, de Jughead... — aclaró. — Ha enviado esto... — entregó un sobre con el dinero. — Y esto también... — extendió otro sobre.

Hiram frunció ligeramente el ceño.

— Supongo que es una carta personal o algo así. — explicó Sr Claire. — Aunque también tengo algo. Jughead ha ordenado que esta es la última transacción monetaria que hará a su persona, señor Lodge.

La sonrisa de Hiram se congeló unos segundos forzándose a no mostrar su confusión.

— ¿Ha explicado por qué? Quiero decir, espero que todo esté bien. — señaló.

— No, pero me ha informado directamente.  — sonrió y se colocó de pie. — Por ahora es todo de mi parte. Si me disculpa, me gustaría poder retirarme. — pidió.

— Claro, claro... le acompaño a la puerta...

— No se moleste. Sé donde está la salida. — ambos se despidieron y minutos después Hiram caminó hasta su alcoba.

— Tu hija está representando un verdadero problema. — indicó azotando la puerta tras él.

— ¿De qué hablas?— Alice frunció el  ceño.

— Hablo de Elizabeth. — gruño. — Le ha pedido a Jughead que cese de enviarnos fondos para seguir viviendo. — explicó.

— No, ella no sería capaz...

— Entonces, Jughead es muy poco hombre para justificarse detrás de su esposa. — mostró la carta.

Alice leyó detenidamente la carta donde Jughead explicaba que a petición de su esposa, cesaría de enviar dinero puesto que ella le había platicado la vergüenza que sentían por recibir ese dinero hasta ahora.

Una gran mentira pero que Betty había insistido en que su esposo redactara para así, provocar aún más la ira de su padre.

— Será mal agradecida... — murmuró Alice igual de disgustada.