Capítulo 42

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----- Atlantis -----

Betty se colocó de pie. — ¿Cómo están tus hermanos? — preguntó preocupada.

— No mencionan nada sobre ellos. Imagino que están desconcertados con la situación. — frunció el ceño. — Es demasiado extraño. En todo lo que la hacienda de los Jones ha estado funcionando nunca habíamos sufrido un robo de ganado...

— ¿Crees que tenga que ver con la muerte de Fp?— Archie alzó una de sus cejas.

— No lo sé, podría ser... — asintió Jughead. — De todas formas, será mejor que viaje para cerciorarme de todo el asunto.

— ¿Cuándo nos vamos?— Betty se acercó.

— Amor, no creo que sea necesario que tu vengas. — asintió Jughead.

— Pero, acabamos de volver a Riverdale...

— Betty...

— Los dejaré a solas. — Archie se aseguró de cerrar la puerta.

— Me preocupa mucho. Acabas de decir que nunca se había dado una situación como esta y ahora ¿Qué se supone que haga? Pretendes que me quede sentada aquí mientras viajas del otro lado — explicó con desacuerdo.

— No creo que tarde mucho. — asintió Jughead tomandola de las manos. — Pretendo que sea un viaje de máximo tres días. Revisaremos la seguridad de los alrededores y me encargaré de dejar todo en perfecto estado para que la situación no vuelva a repetirse....

— Pero Jughead...

— Por favor, Betty. Me sentiré mejor si no te hago venir a un viaje que será muy cansado y además, que no vas a disfrutar.

— Tampoco me hace mucha gracia quedarme aquí. Hay algo que me inquieta... — explicó.

Jughead sonrió. — ¿Puede ser el hecho de que desde nuestra boda no nos hemos separado?

Betty lo pensó. — Bueno...

— Mira, ya te lo dije. Pretendo que sea bastante rápido y volveré. No quiero seguir quedándome en Toledo y además, tal como lo dijiste acabamos de volver a Riverdale. Quiero estar contigo pero tengo esta responsabilidad — señaló.

Betty soltó un suspiro. — Muy bien. Pero si las cosas no parecen tener sentido o algo va mal, te pido que me lo hagas saber por un telegrama.

— Bien. No quiero prometerlo...

— Pero lo harás ¿cierto?— Betty alzó una de sus cejas.

Jughead sonrió. — Por supuesto.

Ambos se fundieron en un abrazo.

•Bughead •

— ¿Han enviado el telegrama a mi hermano?— Nick alzó una de sus cejas mientras contemplaban los establos y corrales destruidos donde habían sacado a los animales.

— Sí, joven. — asintió Sweet Pea.

— ¿Cómo diablos pasó esto?— Donna bajo de su caballo puesto que había ido a inspeccionar lo que había pasado.

— Ves. No estamos seguros de cómo descubrieron la forma de entrar y romper todo. — Nick frunció el ceño.

— Nunca antes nos había pasado algo así. — negó. — ¿Qué ha dicho el sheriff?

— Estarán realizando investigaciones por todo el pueblo para saber si alguien alberga a los animales. — explicó Nick.

— No puedo con esto. — Donna negó.

Atlantis - BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora