Capítulo 50

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----- Atlantis -----

─ ¿Quieres saber la razón por la que te desprecio tanto? ¿A pesar de ser una Lodge?─ sonrió. ─ Porque no lo eres. Así de simple.

─ ¿Qué?─ Betty frunció el ceño desconcertada.

─ Creo que para este punto, ya no es necesario que sigamos fingiendo todo esto. ─ señaló alrededor. ─ Querida, Betty... no eres mi hija.

Betty observaba a su padre pasarse por la habitación casi regocijándose a cada palabra.

─ Te cuento, tu madre y yo partimos de vacaciones a Atlanta dejando a Kevin y Veronica junto a Mary y Archie . Se supone que la pasaríamos bien, como unos recién casados... ─ sonrió recordando. ─ Pero por supuesto que la idiota de tu madre lo tenía que echar a perder todo. 

─ No lo  entiendo...─ Betty apenas murmuró. 

─ Una noche se rehusó a ir conmigo a una cena con algunos amigos que hice. Volví antes de lo acordado y me encontré con tu madre despidiéndose de su amante. ─ resopló ─ Por supuesto que obtuvo su castigo por atreverse a ofenderme de esa manera. ─ sonrió. ─ A pesar de lo que había hecho, me rehusé a dejarla libre. Sabía que si accedía a separarme de ella, correría a los brazos de su amante. Algo que no podía permitir... 

Mientras platicaba esto, las lagrimas resbalaban por las mejillas de Betty quien mantenía la mirada perdida en alguna parte del suelo. 

─ Al volver, no pasó mucho tiempo cuando nos dimos cuenta que estaba embarazada. Y por supuesto, que era un bastardo producto del romance clandestino que tu madre se atrevió a tener. ─ observó a Betty. ─ Ya tienes una idea bastante clara de quién eres, Elizabeth. 

─ Mi madre... 

─ Al principio, quería que se deshiciera de ti. Por supuesto que para es punto, ya habían varios conocidos que se habían enterado del embarazo. También, tu madre insistió y suplicó que dejará que vivieses. A cambio, no serías tratada como el resto de mis hijos. ─ explicó. ─ Incluyendo el trato y la forma de vida. 

Betty cubrió sus labios cuando estos amenazaban con soltar un quejido. 

─ Accedí solo porque ya se había dado la noticia de que la familia Lodge tendría un nuevo integrante. Además, ¿Te imaginas la clase de reputación que tendría si se enteraban que mi esposa daría a luz un hijo de otro?─ negó. ─ No podría permitir eso. Creí que podía lidiar con la idea de tener un bastardo en la familia... pero las cosas no resultaron fáciles con los años. 

Betty lo contempló empapada en lágrimas. 

─ Porque cada vez que veo tu rostro... cada vez que escucho tu voz... No puedo evitar recordar que yo, Hiram Lodge fui vilmente engañado. ─ tomó su rostro. ─ Y qué tú eres la constante burla que me recuerda eso. 

Betty desvió la mirada avergonzada. 

─ ¿Ahora lo entiendes? Entiendes porque es que desprecio todo de ti. ─  señaló. ─ No sabes cuanto odio el hecho de que hayas encontrado un buen esposo. Preferiría que fuese infeliz, tal como yo lo he sido. Que vivieses en la vergüenza. ─ escupió. ─ Espero que ahora que sabes la verdad, no te atrevas a volver a aparecer.

Sin más que decir, abandonó el lugar dejando a Betty devastada. 

─ Señorita... ─ Anne ingresó preocupada al verla. ─ ¿Está bien?

Betty se limitó a negar. 

─ ¡Anne, estamos en casa!─ la voz de su madre inundó las paredes. 

Atlantis - BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora