10. ¿preparada? ☆

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Con un revoloteo de nervios aflorando del centro de mi cuerpo, revolví mi café con una pequeña cuchara. Mi alarma había sonado exactamente a las 8:00 a.m, pero llevaba despierta por lo menos una hora antes de que aquel incesante y molesto sonido llegara a mis oídos.

— Estás muy callada esta mañana — me dijo Gina, desde su lugar en la pequeña mesa del comedor, en donde estaba desayunando su habitual tazón de avena. — ¿Estas nerviosa por tu primer día?

Suspiré, girándome hacía ella con mi taza en la mano y recargándome contra el taburete de la cocina.

Había pasado un poco más de una semana desde que me habían llamado de BigHit para decirme que mi pista había sido seleccionada y que estaban contentos de poder ofrecerme un empleo como productora junior. Hoy era mi primer día y sentía una combinación de ansias y nerviosismo.

— Estoy emocionada.

— Yo igual — sonrió, terminando de tragar un bocado, — por ti. Tus habilidades empiezan a hacerse notar.

— Ya, veremos qué pasa — sonreí.

La puerta de la habitación de Bada se abrió y un segundo después ya estaba a mi lado para servirse su propia ración de cafeína. Parecía bastante cansada.

— Buenos días — dijo Gina, — ¿dormiste bien?

Bada exhaló.

— No dormí nada. Pase toda la noche dando vueltas en la cama. Tengo un examen oral.

— Lo harás bien, Ba — la tranquilizó.

— Crucemos los dedos.

— Entonces ambas tienen un gran día por delante — dijo Gina, con una voz animada. — Estaré pensando en ustedes. ¡Ánimo!

Elevó ambos puños y los levantó en señal de motivación. Bada me miro, después de apagar la cafetera.

— ¿Qué harás hoy?

— Es su primer día como productora. Adivina en dónde. ¡Una agencia de entretenimiento! — respondió Gina por mí, sin hacer ninguna pausa para su interrogante anticipativa.

— ¿Audicionaste? — levantó una ceja. — En plan... para ser una... ¿Cómo les llaman? ¿Trainees?

Negué con la cabeza.

— No, nada de eso — dije.

— Dije 'productora', Ba —Gina rodó los ojos. — Que hará música.

— ¿En serio? — preguntó, a lo que yo asentí. — Pues suerte, Mei. ¿Sabes cuánto te van a pagar?

— ¡Bada-ah, siempre quieres hablar de dinero! — se quejó Gina.

— Es un tema de importancia — contestó con un tono de indiferencia, para luego regresar su mirada hacia mí. — ¿Has revisado los volantes que te di? Son zonas económicas, pero buenas. Con este ingreso extra tal vez puedas costearlo.

Gina hizo un gesto de fastidio, pero me limité a asentir con una sonrisa que escondiera mi estrés respecto a mi situación de vivienda. Desde que las había escuchado hablar sobre mi estadía en su departamento, Bada se había vuelto mucho más directa con sus deseos de que me mudara.

— Estoy en ello — dije. — En serio.

Le di un sorbo a mi café.

No era mentira. Desde hace semanas estaba en busca de un departamento asequible para mi presupuesto. Pero no era fácil.

Bada asintió, y luego de tomar una manzana de la encimera, se fue a clases.

—Debería irme, también — le dije Gina. — No quiero llegar tarde.

so far away ☆ myg ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora