29. estrellas ☆

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Ver el cielo siempre me calmaba. Era como ver una manta gigantesca que, sin importar dónde estemos o quienes seamos, siempre nos cubre. Las estrellas, como salpicones brillantes, para mí eran el atractivo principal. Muy pocas veces había noches tan despejadas y libres de toda la contaminación de la ciudad o de espesas nubes. Era bueno poder observar noches así de vez en cuando. En especial cuando me sentía tan sola.

Desde aquella noche en la que Yoongi me había traído a la azotea, se había vuelto en algo así como nuestro lugar secreto para encontrarnos y pasar tiempo juntos sin tener que mantener los ojos bien abiertos para que nadie llegara a pillarnos y, además, servía de mirador.

Había pasado un mes desde que Sun se había ido y yo no podía dar con ella. Fui a buscar la casa de sus padres al día siguiente de que me enteré de su partida, pero nadie de su familia lo había visto desde hace semanas. Ignoraba toda llamada que le hacía y ni siquiera leía mis mensajes. Era como si hubiese desaparecido de todo territorio conocido. Me resultaba difícil imaginar lo mal que Sun debió haberse sentido como para dejar atrás su sueño, abandonar todo y desaparecer. Lo único que me quedaba a mí por hacer era esperar poder verla de nuevo en el futuro para intentar salvar los restos de amistad que nos quedaban... Si es que ella conservaba los suyos.

Me sobresalte un poco cuando sentí un par de brazos rodearme la cintura, desde atrás.

— Yoongi — sonreí, pero utilizando un tono de falsa molestia por el agarre.

— ¿Esperabas a otro?

— Ahora que lo dices — me giré hacia él, — no me hubiera molestado para nada si Lee Minjae hubiera llegado en tu lugar.

— ¿Otra vez con ese niño bonito de la tv?

Sonreí con diversión al ver su gesto de enfado.

— Oye, que tú también eres un niño bonito que sale en la televisión — reí. — Y además bailas.

— Cállate.

Yoongi me abrazó con más fuerza y enterró su rostro en el hueco entre mi hombro y cuello.

— Si alguna vez se llegan a cruzar con Lee Minjae en algún evento tienes que pedirle un autógrafo por mí — hable, sintiendo sus labios empezar a dejar un camino de besos hasta llegar a mi oído. — No tienes que pedirle que le ponga dedicatoria, pero si quisieras ganar puntos extras, podrías decirle que es para la hija de alguna amiga de tu madre llamada Song Meiji. Digo, solo es una idea.

— Tu faceta de fanática es novedosa.

— Era inevitable después de verlo presentarse en aquel programa — suspire, mientras que el chico no dejaba de besarme. — Él nunca había llamado mucho mi atención, ¿sabes? Pero sus letras son buenísimas.

— Mei — me miro, — me estoy esforzando aquí. ¿Podrías dejar de hablar sobre el idiota con el que no dudarías en tener una aventura y mejor ponerme atención a mí?

Ya-ah, Lee Minjae no es ningún idiota. ¿No viste que adoptó a un perro de la calle y lo salvó de morir?

Su gesto de fastidio se acentuó.

— No reprobaste lo de la aventura.

— ¿Quién diría que serías tan celoso? — reí, pasándole ambos brazos alrededor del cuello.

— Que no lo soy.

Lo bese en la mejilla.

— Es algo estrictamente platónico — sonreí, — ¿cómo podría pensar en alguien más cuando te tengo a ti?

— No intentes arreglarlo — hizo ademán de alejarse, pero entre risas, lo mantuve cerca.

— Venga, dame un beso — noté la sonrisa que Yoongi se estaba aguantando, y algo dentro de mí se movió cuando acercó sus labios a los míos. La sensación de presión que su boca formaba contra la mía era algo de lo que jamás podría cansarme. — Oye... — el chico musitó una especie de ronroneo sin intenciones de alejarse. — Estaba pensando... — sonreí contra sus labios, sin abrir los ojos aún, — Taeri fue a visitar a su familia y Yara salió con unas amigas suyas... — el chico empezó a besar el resto de mi rostro, — se fueron a recorrer los bares de Itaewon, así que regresará tarde. Y cuando llegue, seguro estará demasiado ebria como para poner atención a nada.

so far away ☆ myg ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora