— Mei — sentí que me sacudían suavemente. — Mei, despierta.
Emití un ronco quejido, abriendo los ojos de a poco. Al darme cuenta que era Yoongi quien me llamaba, me incorporé un tanto desorientada y me apoyé sobre uno de mis brazos.
— ¿Qué pasa? ¿Te vas? — somnolienta y sin conectar aún mis pensamientos, lo primero a lo que ligue sus intentos de despertarme fue a las veces que hacía lo mismo para despedirse antes de irse para tomar un avión.
— No — negó, dándome un suave beso en el hombro mientras yo todavía intentaba terminar de ubicar el tiempo y espacio. — Ven conmigo.
Fruncí el entrecejo, tallando mi ojo. Estaba oscuro y seguía siendo de noche.
— ¿Eh? ¿A dónde?
— Quiero que me acompañes a un lugar.
Palmeó gentilmente mi pierna un par de veces y luego lo vi salir de la habitación. La luz del pasillo estaba encendida. Eché un vistazo al reloj analógico de la mesa de noche; era pasada la medianoche.
— ¿Estás loco? — susurré, obviamente sabiendo que no me escucharía.
Volví a acurrucarme en las mantas y rodé sobre la cama, quedando boca abajo para seguir durmiendo. Consideré ignorarlo y dejarme envolver por el sueño otra vez, pero algo me impulsó para salir de la cama.
Me levanté y fui al baño. Cuando salí lo vi en la cocina y, cuando me vio, me sonrió tiernamente.
— Ponte algo cómodo — me dijo.
Me confundí aún más cuando me di cuenta de que llevaba ropa para salir en público y pasar desapercibido. Es decir, que iba cubierto. Capucha, atuendo oscuro y una mascarilla colgando de uno de sus oídos.
— ¿A dónde quieres ir a mitad de la madrugada? — inquirí desde la puerta del cuarto.
— Ya verás.
Bostece.
Acabe por dirigirme a mi armario. Primero me vi al espejo de tamaño completo en la esquina; me había ido a dormir solamente con calzoncillos y una camiseta vieja que le había robado a Yoongi hace meses. Me puse unos pantalones deportivos sueltos de color gris oscuro, una sudadera negra con gorro y mis tenis blancos del día a día.
Cuando salí de nuevo de la habitación, Yoongi se acercó a mí y me colocó una mascarilla igual a la suya.
— ¿Vamos de excursión, o qué?
Él no contestó. Solamente me tomó de la mano y salimos del departamento para bajar en el elevador hasta el sótano, donde está el estacionamiento. Subimos al auto de Yoongi y él arrancó el motor en silencio. Todavía me sentía despojada de la cama, pero eso no me impidió elegir la música.
— ¿Ya me dirás qué es lo que pasa? — pregunté al detenernos en el primer semáforo que toco en rojo.
— Solo quería estar despierto contigo.
— ¿Qué te ha picado últimamente? Te portas muy extraño.
Yoongi suspiro.
— Es que... He estado muy ocupado y siento que no hemos pasado mucho tiempo de calidad juntos.
Lo mire raro, pero cuando él estiró su mano para acariciar mi pierna mientras volvía a arrancar, deje que enredara sus dedos con los míos. Me dediqué a ver por la ventana el resto del camino, casi quedándome dormida de a ratos. Llegamos hasta un mirador. Todo estaba oscuro ahí arriba, pero las luces de la ciudad hacían una vista hermosa.
— ¿Qué hacemos aquí? — pregunte, siguiéndolo cuando salió del auto.
Él metió las manos en los bolsillos de su sudadera.
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so far away ☆ myg ✔️
FanfictionLo que más ama Song Meiji es hacer música, así que cuando decide perseguir sus sueños, no le queda otra opción más que ignorar todos los desaires y desánimos que la gente a su alrededor, incluida su familia, le hace cada vez que sus planes a futuro...