37. caleidoscopio ☆

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— Este gafete me hace sentir importante — cantó Adora, mientras inspeccionaba el pedazo de plástico colgado en su cuello, — ¿vamos a poder conservarlo?

— No creo que funcione para entrar a otros lugares además de este — reí.

Acabábamos de llegar a una especie de sala de espera a la que un miembro del staff nos había traído, en la zona del backstage. Había grandes sofás oscuros, plantas decorativas y una mesa con bebidas y refrigerios. Algunas personas pasaban de aquí para allá con algo de prisa, pero en general era un sitio tranquilo para pasar el rato mientras el concierto empezaba.

Se trataba del cierre de la gira. Seúl sería el broche de oro para darle fin a una travesía más en la carrera de los chicos. Mucha gente vendría a mostrarles apoyo y eso nos incluía a nosotras. Asistir a estas ocasiones nunca decrecía en cuanto a lo emocionante que resultaban. Ver la manera en que los teatros/auditorios/arenas aumentaban de tamaño con el pasar de los años era satisfactorio.

Nosotras, listas para disfrutar entretenimiento y música de calidad, llevábamos jeans y una camiseta negra con el nombre del último álbum en blanco, justo en el centro.

— ¿A qué hora llegará Donghyeok?

Nos sentamos una junto a la otra en uno de los sillones.

— Dijo que venía en camino — al notar mi mirada burlona, ella río. — Ya-ah, Meiji, todavía no puedo creer que me armaste una cita a ciegas. Eso suena a algo que yo haría, no tú.

— Solo diré una cosa — articule claramente cada sílaba, — ¡de nada!

Mi amiga siseo, cubriéndose la cara.

— Estoy loca, ¿no? Puedes decírmelo.

— Un poco, si.

— ¡Meiji-ah!

— ¡Me dijiste que podía! — levanté mis manos, riendo.

Al cabo de un rato en el que Adora y yo terminamos con las pequeñas gelatinas que había en la mesa, los demás invitados empezaron a aparecer. Donghyeok (quien se sentó de inmediato junto a Adora, haciéndome a mí a un lado), Sungdeok, Hyowon y sus mellizos de ocho años, e incluso Boo. Este último se quedó hablando con gente del staff, revisando que todo estuviera en orden, así que no estuvimos mucho con él, para nuestra suerte.

La sala empezó a llenarse en serio cuando apareció el señor Bang acompañado de la familia de los chicos. Estaba algo nerviosa por hablar con los padres de Yoongi, a pesar de que ya los había visto algunas veces en el pasado. Su hermano, por trabajo, no había podido confirmar su asistencia.

Por otro lado, a los padres y hermanos de Jimin, Hoseok, Jungkook, Seokjin, Tae y Namjoon ya los había visto también varias veces en otros eventos y cuando venían de visita para ver a sus hijos. Todos eran muy amables y se les notaba felices al ver el rumbo que Bangtan iba tomando.

— Hola, chicas — la madre de Jimin, una señora adorable y de apariencia joven se nos acercó para saludar. Le sonreímos de inmediato y nos levantamos para saludar de forma apropiada. Su esposo venía detrás de ella. — ¿Cómo han estado?

— Excelente, señora Park — conteste. — ¿Y su viaje, no fue cansado?

— Para nada. En Busan ahora mismo hay lluvia todos los días, así que es un alivio poder salir de ahí.

En eso, la madre de Jungkook llegó con una pequeña bolsa marrón de papel de la que empezó a sacar pines. Nos saludó y nos dio uno a todos.

— Por Dios — río Adora, a mi lado, viendo el pequeño objeto. — ¿Es Jungkook?

so far away ☆ myg ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora