49. práctica ☆

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pov. Yoongi

Nuestros zapatos deportivos chirriaban contra la madera laminada de la sala de prácticas mientras los chicos y yo ejecutábamos los pasos de la coreografía. Estábamos en medio de un ensayo general para los MAMA pero mi cabeza estaba en todos partes excepto en el baile.

Cuando arruine la parte del coro al chocar con Jimin por tercera vez, me llevé las manos al cabello y me lo revolví con frustración. Podía sentir que los chicos llevaban dedicándome miradas recelosas desde hace vario rato y esto solo lo iba a acentuar más.

La presentación estaba muy cerca y no habíamos conseguido que nos saliera perfecto ni siquiera una vez.

— Eh, Yoongi — Hoseok se puso las manos en la cintura y, con la respiración un poco jadeante por el baile, se dirigió a mí. — ¿Qué es lo qué te está pasando?

— Solo... Iniciemos desde cero otra vez. Ahora lo haré bien — pedí.

Intenté volver a mi posición de inicio, pero el chico me tomó del brazo.

— Ya hicimos eso varias veces y sigues cometiendo los mismos errores. Todos nos estamos esforzando para hacerlo bien en los premios pero baja mucho la moral que no estés esforzándote al mismo nivel — soltó.

Me sentí señalado, pero tenía razón.

— ¿Te pasa algo, hyung? — preguntó Jungkook.

— Solo sigamos con el ensayo — dije, ansioso porque dejarán de darme  atención y siguiéramos trabajando.

— Yoongi, es obvio que algo te sucede — Namjoon tomó el control y tomó su rango de líder, como suele hacer cada vez que necesitamos un poco de mano dura como equipo. — Dinos qué pasa. Podemos hablarlo entre todos.

— Joder... — musité.

— ¿Estás enfermo? — preguntó Taehyung.

— ¿Es tu hombro? — probó Jimin. — Si es eso puedes decírnoslo. Podemos buscar la manera de hacer que lo muevas menos o-

— Basta.

— Yoongi, tienes que poner de tu parte — dijo Seokjin. — Esto no-

— Carajo, solo denme un puto segundo — exclamé, dándoles la espalda. — Solo... Déjenme.

El ambiente cambió de reclamo a consternación en cuestión de un segundo. No solía mostrarme así ante nadie, así que los chicos se inquietaron de inmediato.

Ya-ah, hyung — Hoseok se acercó a mí, ahora con más calma y cautela, — se viene un día importante con los premios y la verdad es que nos tienes preocupados.

— Llevas semanas portándote muy extraño, Yoongi— oí a Seokjin. — ¿Qué es lo qué pasa? Tal vez siete cabezas puedan solucionarlo.

— No necesito ayuda.

— Es obvio que algo te molesta — insistió Namjoon.

— Maldición, metanse en sus asuntos — gruñí.

Hoseok, perdiendo la paciencia de nuevo, se acercó aún más a mí.

— Tus asuntos se vuelven nuestros cuando jodes así los ensayos, así que habla de una vez.

Le mantuve el contacto visual un momento, pero luego bajé la mirada. No había hablado de lo qué pasó con Meiji con ninguno de ellos, pero supongo que era cuestión de tiempo para que terminarán enterándose de lo qué pasó entre los dos.

Aunque no me sentía listo para relatar los detalles.

— Yo...

— ¿Tú, qué? — me animó Namjoon.

Tome aire, y me dejé sacar lo que llevaba escondiendo por varios días.

— Mei y yo rompimos. Yo... Termine con ella.

— ¿Qué? — dijeron todos al mismo tiempo, los más pequeños con voces más fuertes, en especial.

— Lo que escucharon — suspire.

— ¿Pero qué dices, Yoongi? — Seokjin, con el ceño fruncido, parecía estupefacto. Supongo que ninguno se esperaba una noticia así. — ¿Por qué hiciste eso?

— Si se querían un montón, hombre, ¿qué pasó?

— Que soy un imbécil, eso pasó — respondí a Namjoon. — Ahora dejemos el tema, ¿si?

— ¿Cuándo fue eso?

— Escuchen, no quiero hablar de ello ahora. Solo... Pongámonos a trabajar, por favor.

— Pero Yoongi-

— Que no quiero pensar, Namjoon. Por favor. Daré lo mejor... Concentrémonos en el ensayo.

Los chicos dejaron de insistir, pero note que siguieron preocupados durante el resto de la hora. Jungkook fue quien pareció más preocupado de los seis, pues no dejaba de dedicarme miradillas intranquilas.

Carajo.

En este momento lo único que quería hacer era esconderme del mundo, pero no podía defraudarlos. Tenía que poner de mi parte y aguantar el ardor constante que significaba el hecho de no tener a Meiji conmigo.

Aún así, sabía que en el fondo había hecho lo correcto. Tenía que decírselo... No podíamos seguir juntos sin importar lo mucho que la amará. Sin embargo, cada vez que recordaba el dolor en sus ojos de aquella tarde de viernes... Mierda, me sentía despreciable.

¿Qué coño había hecho?

so far away ☆ myg ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora