so far away ☆ myg ✔️

52. noche ☆

Los chicos llegaron a la compañía poco más de una hora después del final de los premios.

Durante ese tiempo nos habíamos movilizado, orquestados por el señor Bang. Donghyeok y Hyowon fueron por bebida a la tienda de enfrente, la señora Lee armó una improvisada mesa de golosinas y pizza que ordenó de un lugar cerca y Adora y yo nos encargamos de acondicionar una de las salas de práctica como un salon de fiesta improvisado y más o menos decente.

Cuando los chicos estuvieron aquí fueron recibidos por aplausos e incluso algunos chiflidos y aclamaciones. Se habían cambiado a ropa casual y los siete tenían sonrisas enormes en sus caras, aún empapados de la emoción de la que venían. Los bailarines de apoyo, en su mayoría, venían detrás de ellos, haciendo que la reunión de celebración improvisada cobrará más vida.

Los había abrazado a todos en cuanto los ví, menos a Yoongi. Cuando llegue a él me limite a bajar mi cabeza en su dirección por menos de dos segundos como signo de felicitación, pero sin hacer contacto visual. Me imito, y dimos por terminada nuestra primera interacción en todo el día. Si ni siquiera era capaz de verlo a la cara... Mucho menos iba a poder conversar con él como si nada hubiese pasado entre los dos.

Él y yo habíamos hablado tantas veces en el pasado sobre la posibilidad de que un día como este se hiciera realidad para ellos que ahora, teniendo presente que no nos hablábamos y lo que había pasado recientemente, se sentía más bien como una mala jugada por parte del universo. Pasamos de serlo todo a ser simplemente... ¿Compañeros de trabajo? Carajo. Es la evolución más dolorosa de la historia, si alguien me lo pregunta.

Luego de que el señor Bang diera unas palabras para honrar el trabajo duro de todos, hizo que trajeran a la sala una máquina de karaoke que se había rentado para que los chicos usarán en la grabación de uno de los episodios de run bts. Aún no venían a recogerla, así que podíamos seguir aprovechando su uso. Tenía el aspecto de un juego de arcade y, al verlo, todos se emocionaron.

El primero en usarlo fue Jungkook, animado por sus mayores. Cantó una canción animada y pomposa que hizo que varios se pusieran de pie para bailar. Después de eso la fiesta acabó por tomar más dimensión, pues todos querían tomar el micrófono.

— Eh — saludó Namjoon al cabo de un rato, acercándose a mí. Estaba recargada en la pared cerca de la esquina con un vaso de cerveza en la mano.

— Hola — sonreí, — ¿cómo te sientes, super estrella?

— Siento que estoy soñando. ¿Podrías pellizcarme? — Hice lo que pidió, en el brazo. — ¡Ya-ah, no iba en serio!

Me reí, pretendiendo no notar que Yoongi, del otro lado de la sala, nos observaba desde su asiento en una de las sillas orilladas a la pared. Llevaba sintiendo su pesada mirada toda la noche, pero me alegraba que no se le hubiera ocurrido acercarse.

— Era hora de recibir un poco de reconocimiento. Lo tienen bien merecido.

— Por un momento pensé que lo teníamos perdido...

— Yo confié hasta el último momento — le di un toque a su vaso con el mío, con la voz de Donghyeok sonando de fondo mientras cantaba una versión bastante desafinada de Unconditionally de Park Sangchul. — Sabía que terminarían lográndolo.

— Terminariamos — corrigió sonriendo, devolviendo el toque.

— Creo que es más cosa suya, pero aceptaré un poco de crédito porque me gusta sentirme importante.

— Mei, claro que lo eres. Nada de esto habría sido posible sin todos los que están aquí. ¿No oíste mi discurso?

Sonreí al recordar como había mencionado mi nombre ante tantas personas.