Seis meses.
Habían pasado seis meses desde que Yoongi y yo terminamos nuestra relación. Estaría faltando a la verdad si dijera que su engaño había dejado de dolerme, pero si que me había habituado a limitar nuestro contacto a mero trabajo. Aunque había sido difícil a niveles estratosféricos y había derramado un sinfín de lágrimas en el proceso, me las había ingeniado para centrarme de lleno en mi debut, cuyos preparativos habían tenido bastante progreso durante los últimos meses.
Estaba orgullosa de mí misma.
Después de todo, siempre había sido algo así como un lobo solitario. Una parte de mí se había acostumbrado a nunca depender de otras personas y, aunque eso había flaqueado por la burbuja de confort en la que me mantenía mi noviazgo con Yoongi, ahora podía ver renacer ese rasgo de supervivencia en mi personalidad.
Había escrito y producido sin parar, también. No iba a mentir. Estaba jodidamente emocionada por la idea de subirme a un escenario y presentar mis canciones otra vez. Además, el concepto de hacerlo en un lugar que no se estuviera cayendo a pedazos o que no estuviera en condiciones de abandono era la cereza del puto pastel.
Ahora me encontraba caminando por el pasillo del segundo nivel de la agencia, de camino a una reunión en la sala de juntas.
Al doblar en la esquina me di cuenta de que Yoongi caminaba hacia mí. Mantuve una expresión indiferente, pues verlo había dejado de causarme retortijones, afortunadamente. Llevaba puestos sus audífonos y tenía una carpeta delgada en las manos. Para cuando pasamos uno al lado del otro, lo hicimos en silencio y sin ningún tipo de reconocimiento.
En esto se habían convertido nuestros encuentros.
En nada.
Ni siquiera un hola.
Ni siquiera un roce.
Nos habíamos vuelto extraños.
Cuando entré a la sala, todos los demás ya estaban en sus asientos.
— Lamento la tardanza — me disculpé de camino a mi silla junto a Hyowon, mientras inclinaba mi cabeza hacia los presentes. — Estaba ocupada en el estudio.
— No te preocupes. Aún no comenzabamos.
Asentí hacia el señor Bang, con mis manos sobre la mesa. Había varias personas que no conocía sentadas frente a mí. Un hombre de unos treinta y cinco años con camisa de vestir blanca y el cabello peinado perfectamente con gel, una mujer aproximadamente de la misma edad con el cabello hasta los hombros y un chico que, a mis ojos, no podía ser mucho mayor que yo.
— Mei, ellos serán parte de tu equipo — Hyowon comenzó a señalar a los desconocidos uno a uno, empezando por el de peinado perfecto. — Él es Park Yejin, será tu manager y se encargará de tu agenda y tareas del día a día. Estarán viéndose prácticamente todo el tiempo, así que deben llevarse bien, de preferencia — todos sonreímos mientras el hombre y yo intercambiabamos una leve inclinación de cabeza. En segundo lugar, pasamos a la mujer. — Chang Myung tendrá a su cargo asuntos de publicidad, relaciones públicas y temas de media training. Es una de las mejores y estamos felices de haberla convencido de unirse a nosotros para que te prepare y acompañe.
— Estoy emocionada por empezar contigo de cero, Meiji — estiró su mano para estrechar la mía, así que la imite. Tenía un agarrón muy fuerte. — Es un placer.
— El gusto es mío — asentí, recuperando mi mano y estirandola con discreción debajo de la mesa.
— Sungdeuk será tu director de presentaciones. Está de más que te lo diga — Hyowon apuntó al coreógrafo en el extremo de la mesa. Le sonreí con complicidad y él inclinó su cabeza hacia mí; el hecho de que sería parte de mi equipo era bien sabido desde hace tiempo. — Ahora, Han Junghee — siguió mi superior, señalando al chico desconocido que quedaba.
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so far away ☆ myg ✔️
ФанфикLo que más ama Song Meiji es hacer música, así que cuando decide perseguir sus sueños, no le queda otra opción más que ignorar todos los desaires y desánimos que la gente a su alrededor, incluida su familia, le hace cada vez que sus planes a futuro...