so far away ☆ myg ✔️

09. amateurs y planetas, pt. 2 ☆

— ¿Todo bien?

Me giré para encontrarme con Yoongi. Mire alrededor en busca de los otros dos, pero no los pude encontrar.

— ¿Y los chicos? — pregunté, ignorando su pregunta.

— Se encontraron a un amigo y están hablando con él.

— ¿Y no lo conocías tú, también?

— Si — sonrió levemente, — pero lo llamaré luego.

— Bien — no pude evitar esbozar una pequeña sonrisa, mirando al suelo.

De repente, al estar sola con él, me puse nerviosa. Y la bronca que tenía con Kin me pareció una pérdida de tiempo.

— ¿Vas a acercarte a escucharlos?

— ¿Eh?

— RedHan — dijo, — ellos siguen.

Señaló con su mano hacia el escenario, donde la banda ya estaba tomando su lugar. Dudé un poco, pero luego pensé en los demás y no encontré ninguna excusa como para no ir a apoyarlos. Podía tragarme el disgusto que tenía con Kin por un rato.

— Vamos — asentí, y lo tomé de la mano para empezar a caminar, sin pensarlo mucho.

Sin soltarnos, nos abrimos camino entre la apretada multitud. En nuestro camino hacia la parte delantera del público, hubo un par de  veces en que estuvimos a punto de soltarnos, pero eso fue arreglado gracias a que, cada vez que corríamos peligro, Yoongi aferraba nuestro agarre.

La banda seguía afinando sus instrumentos para cuando logramos llegar a una de las primeras filas. Me inquiete un poco por no saber qué hacer ahora con mi mano. ¿La dejaba con la de Yoongi? ¿O la retiraba? ¿Y si hacía como si fuera a revisarme las cuerdas de mis botas para tener una excusa? Pero mientras yo me debatía infinitamente dentro de mi cabeza y lo miraba nerviosa de reojo, él parecía impasible. No mostró ninguna intención de soltarme mientras miraba al frente, así que terminé por dejar mi mano en donde estaba.

Oh, Dios. ¿Cómo me atreví a tomarlo de la mano en primer lugar?

Antes de que pudiera empezar a preocuparme por pensar en algo qué decir, Kin habló por el micrófono.

— ¿Qué tal? Somos RedHan y es un placer estar aquí hoy — empezó, pero luego sus ojos fueron a parar sobre mí. Se quedó en silencio por bastantes segundos, como si estuviera pensando algo, y después rompió el contacto visual. — Vamos a empezar con una canción que, a mi parecer, es la más apropiada para abrir esta noche. Por favor, anímennos.

Una ola de aplausos se dejó escuchar mientras Kin giraba su cuerpo hacia la banda y les decía algo que nadie además de ellos era capaz de oír. Sus miradas confundidas me hicieron fruncir  el entrecejo.

— 3, 2, 1 — Kin contó su típica señal contra el micrófono y la música estalló de inmediato.

Con solo escuchar las primeras notas, supe lo que pasaba. Los rostros confundidos de Chul, Lian y  Jay me hicieron saber que esto no estaba planeado; Kin había cambiado la primera canción del repertorio que tenían para esta noche. Conociendo lo estricto y temperamental que el chico podía ponerse respecto a temas relacionados a la organización, supe que debía estar bastante molesto. No era típico de él.