36. interludio ☆

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Por alguna extraña razón, Interlude: Wings fue una de las canciones en la que invertimos más tiempo de entre todas las que estarían en el álbum. No habíamos podido quedar satisfechos, pero una vez que encontramos la fórmula perfecta, fue como si la canción se hiciera por sí sola.

Media semana después de aquel día en que casi me pillan entre las piernas de Yoongi, me encontraba sentada frente a la mezcladora digital, admirando a Jungkook hacer lo que mejor hacía a través del cristal: Cantar.

— Hola.

Hyowon y yo giramos las cabezas para ver al recién llegado.

— Seokjin — sonreí, — ¿vienes de practicar?

Él asintió mientras se sentaba en la silla a mi lado. Llevaba puesta ropa holgada, como para hacer ejercicio, y su lacio cabello negro azabache era del perfecto largo como para caerle perfectamente sobre la frente.

— Estuve memorizando la nueva coreografía. Me gusta empezar en ello un poco antes que los demás, así les llevo ventaja — guiño su ojo en mi dirección.

— No puedo esperar a verla.

— Bien, Jungkook, esa toma fue buena — Hyowon encendió el micrófono para poder hablarle. El más joven sonrió de forma encantadora y dejó sus auriculares colgados en el filtro. — ¿Quién sigue? Namjoon, ¿qué tal tú?

Namjoon, sentado junto a Yoongi en la banca dentro de la cabina, dejó su bloc de notas en donde había estado sentado y se posicionó frente al micrófono. El chico con un cabello todavía de color menta me dedico una disimulada mirada y yo le sonreí. Se veía jodidamente atractivo con esos pantalones deportivos y esa camisa de manga corta, delgada y de color blanco, además de esa pose con piernas estiradas y brazos descubiertos. ¿Podríamos terminar rápido con esto para poder llevarlo a casa?

Cuando volví a girar hacia Seokjin, note que estaba dormitando.

En medio del verso de Namjoon puse mi vista en el reloj de mano de Hyowon. Casi se me salen los ojos de las cuencas cuando me di cuenta de que se me había hecho tarde.

— Demonios — farfulle, — ¿ese reloj anda bien?

— Si — me vio extrañado. — ¿Te vas?

— Tengo que — me levanté rápidamente y recogí mi mochila del suelo. — A una junta.

— ¿Una junta? ¿Tú sola? — cuestionó, suspicaz y con una sonrisa acusadora. — ¿No será para-

Chite, haciéndolo callar.

— Deséame suerte — sonreí, mordiendo mi labio inferior y mostrando todos mis dientes superiores.

Hice un gesto con la mano para llamar la atención de los tres chicos dentro de la cabina y me despedí de ellos. Yoongi me miró interrogante y pude leer en sus ojos que me preguntaba a dónde iba, pero se tendría que quedar con la incógnita. Jungkook me devolvió la sacudida de mano y Namjoon me mostró sus hoyuelos.

Le di un último vistazo al cansado y dormido Seokjin, y salí disparada fuera del estudio, de camino al tercer piso.

•••

— No te puedo dar una fecha exacta, pero — la pausa que el señor Bang hizo casi me hace caerme de culo a pesar de estar sentada, — luego de que salga el nuevo álbum... Podemos empezar a trabajar de lleno en ti.

Me contuve para no soltar una palabra bañada en emoción. Durante los últimos años me había dado cuenta de lo mucho que deseaba no sólo trabajar en producción, sino también sobre un escenario. Uno oficial. Uno de verdad. Uno que no se encontrara en un estacionamiento a medio construir o en alguna bodega con poco mantenimiento.

so far away ☆ myg ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora