— ¿Dejó marca? — pregunte, sin alejar el hielo envuelto en servilletas de mi frente.
Los vi volverse a echar a reír.
— No se nota ni un pelo.
— ¡Ya-ah! — le di un manotazo en el hombro a Yoongi. — Ojalá desaparezca para mañana.
Habíamos ido a un lugar de comida tradicional coreana que quedaba a un par de calles. Ellos amaban comer aquí y los dueños los conocían muy bien a causa de ello. Podía entender la razón de su preferencia. Los platillos eran muy caseros y se sentía como si estuvieras comiendo en la casa de tu abuela. Todos ellos venían de lugares fuera de Seúl, así que seguro era el estilo hogareño lo que los atraía.
Luego de un tazón de arroz, empecé a sentirme mucho mejor. Las cosas dejaron de dar vueltas y mi estómago me agradeció por la comida caliente. Para el centro habíamos pedido una orden de tteokbokki para todos y eso me tenía más que encantada.
— ¿Cómo te ha ido, Mei? Hace tiempo que no te veíamos — Hoseok soplo un poco su comida.
— He estado ocupada — suspire, — dejar la banda fue más difícil de lo que pensé.
— Pero ha servido — sonrió Namjoon, frente a mí, — he visto tus videos en internet. Eres muy buena.
— ¿Te parece?
Conocía a Namjoon casi desde que él había llegado a Seúl, hace un par de años. Lo había visto presentarse en un evento parecido al que yo había asistido hoy. Nos volvimos amigos al instante y por ello sabía lo bueno que era. Su opinión era muy valiosa para mí.
El chico asintió.
— Solamente lamentó no haber podido ir a ninguna presentación — siguió. — Sería bueno volver a ir regularmente.
— Claro, es que ahora están muy ocupados de camino a ser idols — me burlé. — ¿Cuánto tiempo va a pasar para que decidan pintarse el cabello de amarillo fosforescente?
— Lo nuestro será un grupo de hip hop, Meiji. Ya te hemos dicho que estamos a cargo de la música — Hoseok levantó la mirada.
— Si, si, pues suena maravilloso, de verdad, sé lo buenos que son — continué, — pero espero que esa libertad siga para siempre y no solamente los primeros meses después de haber debutado para quedarse solo en una promesa vacía.
— Te mentiría si te dijera que no me preocupa un poco, pero confiamos en la agencia — Namjoon parecía decidido. — Ya te he dicho que podría hablar con alguien para conseguirte un-
— Estoy bien — lo corte.
— Nos gusta lo que haces, Mei, seria genial que fueras parte del equipo.
— Le da miedo.
Miré a Yoongi con mi ceja arqueada. El chico había hablado, pero seguía comiendo y viendo su comida como si no lo hubiera hecho.
— ¿Qué? Claro que no, ¿por qué lo tendría?
— No elaboraré. Sabes de lo que hablo.
Apreté los labios, pero no pude discutir. Yoongi siempre había sido el tipo de persona que decía las cosas de frente y parecía entender cómo me sentía sin siquiera haber tenido una plática conmovedora primero. Él solamente comprendía en silencio. Lo había conocido cuando se unió a la agencia de Namjoon, hace un año. Hoseok fue el siguiente, unos seis meses después.
Todos vivían en el mismo edificio que Sungi y las demás chicas, pero dos pisos más arriba. El edificio era ocupado por trainees de BigHit y de DCT entertainment (la empresa de Sun, Fei, Woo y Yangmi). Ambas agencias eran bastante pequeñas y estaban en la misma zona, por lo que revolvían a sus discípulos en el mismo viejo y precario edificio.
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so far away ☆ myg ✔️
ФанфикLo que más ama Song Meiji es hacer música, así que cuando decide perseguir sus sueños, no le queda otra opción más que ignorar todos los desaires y desánimos que la gente a su alrededor, incluida su familia, le hace cada vez que sus planes a futuro...