Me había presentado en lugares de apariencia precaria en el pasado pero este auditorio era, en definitiva, la peor locación hasta ahora.
La tela de los asientos estaba desgarrada y era obvio que el techo necesitaba varias reparaciones. El escenario parecía estable, pero la madera que cubría su superficie tenía un aspecto bastante viejo. Ventanas cubiertas irregularmente con tablas de madera, botellas y vasos de plástico tirados por el suelo como signo de alguna juntada anterior, carteles viejos en las paredes y una pobre iluminación eran los elementos que los ojos no podían ignorar. Esa vibra clandestina era la inevitable y común escenografía en los días como este.
— ¡Meiji!
Me giré para encontrar al dueño de aquella voz cruzando la entrada. Llevaba puesto su típico y holgado atuendo de tonos oscuros y su castaño cabello iba recogido en una pequeña y fina coleta.
Una vez que el susodicho llegó a mi lado, se metió ambas manos en los bolsillos de sus rotos y desgastados pantalones mientras se acomodaba el tirante que sujetaba el estuche de su instrumento en el hombro.
— Llegas temprano.
— El idiota de Kin me tendió una trampa. Me dijo que el evento empezó hace media hora — hizo un gesto de fastidio. — No entiendo el afán de llegar con tanta antelación.
— Oye, ¿qué sé yo? — vacile sarcásticamente. — Podría ser para las revisiones de audio, tal vez, o para hablar con los organizadores y confirmar los repertorios. Podrías incluso checar el escenario, ubicar tus espacios, afinar tu puta guitarra, prevenir cualquier contratiemp-
— Ya-ah, mejor cállate, que me das migraña — sacudió sus manos con el entrecejo fruncido. — A veces olvido que son tal para cual.
Sonreí con burla.
— No te vendría mal un poco más de disciplina, ¿sabes? Algo de puntualidad.
— Espera, déjame volver a casa para ponerme el pijama... ¡Porque me estás durmiendo!
Rodé los ojos, pero le sonreí a Chul vagamente.
— No puedo creer la paciencia que la banda te tiene.
— Como sea — chasqueó la lengua, — ¿sabes que esta vez iremos después de ti?
— Eso escuche — me crucé de brazos, — ¿crees poder con la presión?
— Por favor — bufo, riendo y empezando a irse mientras caminaba de espaldas, — después de verte a ti, el público vitoreará cualquier cosa.
Lo observe perderse dentro de la parte trasera del escenario, en donde seguramente la banda ya lo estaría esperando. Habría considerado ir a saludarlos, pero antes tenía que prepararme. Las presentaciones empezarían en una hora y, aunque solía enfrentarlas con pura seguridad, este era apenas el tercer evento en el que me presentaba por mi cuenta y no como parte de una banda. Los primeros habían estado bien, dentro de lo que cabe, pero debía admitir que no se sentían muy satisfactorios gracias a los nervios con los que había subido al escenario.
Pero esta vez sería distinto.
Estaba lista. Me había mentalizado.
Y estaba segura de que todo iría bien.
Justo mientras repasaba algunas notas que había escrito en mi celular la noche anterior, una animada presencia llegó a donde estaba. Sungi, mi mejor amiga, estaba frente a mí con un bonito vestido amarillo de verano y un cárdigan ligero de color blanco encima.
— Pensé que no ibas a venir — me levanté del escalón en donde estaba sentada para pasarle los brazos alrededor del cuello, en un abrazo.
— Claro que estaría aquí, ¿estás loca?
ESTÁS LEYENDO
so far away ☆ myg ✔️
FanfictionLo que más ama Song Meiji es hacer música, así que cuando decide perseguir sus sueños, no le queda otra opción más que ignorar todos los desaires y desánimos que la gente a su alrededor, incluida su familia, le hace cada vez que sus planes a futuro...