Empecé a cabecear cuando la canción que coloque en mi portátil empezó a sonar a través de mis auriculares. Los momentos de paz en que podía quedarme sola y perderme en las melodías en las que trabajaba era una de mis partes favoritas de la vida. Más que un deber, era como terapia.
Había pasado toda la mañana acomodando mis canciones en archivos. Las canciones más lentas y acústicas estaban en una carpeta, mientras que las piezas que podía imaginarme presentando como un sencillo estaban en otra. También tenía otra para aquellas canciones en las que quería trabajar más, desde organizar los parámetros de los instrumentos hasta empezar a desarrollar la idea original desde cero. Obviamente, esta última carpeta era la que más llena estaba.
Mientras repasaba una vieja nota de voz del año pasado, mi soledad en la sala común de la agencia fue interrumpida. Jimin y Taehyung llegaron en medio de un ataque de risa, empujándose como un par de niños mientras bebían agua de sus termos transparentes. Llevaban ropa deportiva, así que asumí que debían venir de algún ensayo.
— Meiji-ah — al verme, Jimin sonrió, se sentó en la silla a mi lado y me saco el auricular derecho, — anoche soñé contigo.
— Si fue uno sucio mejor olvídalo — gruñí, sin dejar de ver la pantalla.
Taehyung esbozó una de sus famosas sonrisas rectangulares.
— Te volvías nuestra representante y nos tenías viajando como locos por todas las zonas horarias — contó, pretendiendo estremecerse como si le hubieran dado escalofríos, — era horrible. Hasta tuvimos una conversación sobre despedirte.
Chasqueé la lengua, divertida.
— Peor que Boo no pude haber sido, ni de coña. Además, ¿su representante? Como si en la vida real no trabajara ya mucho por sus traseros. ¿Sabes el trabajo que metí en la producción de tu preciado solo?
— Pero te encanta, ¿o no?
— Ya, ¿qué hacen aquí? ¿No deberían seguir practicando? Se acerca su comeback.
— Seguiremos en una hora. Estamos esperando por Jungkook para hacer un live — Taehyung se fue a recostar en el sofá de color azul, en la esquina del cuarto.
— ¿Ustedes tres? — alce ambas cejas. — ¿Sin vigilancia?
— ¿Qué quieres decir con eso? — Jimin, actuando ofendido, fue a unirse al otro chico.
— Creo que a veces se olvidan del hecho de que los conozco desde hace años y que los he visto en situaciones sumamente vergonzosas. Por ello sé, también, que ustedes juntos son un foco rojo.
Taehyung soltó una risilla.
— Sungdeuk dijo algo parecido — admitió, — así que Jungkook dijo que traería a alguien que nos echara un ojo.
— ¿A qué pobre alma van a obligar a hacer de niñera? —me burlé, pero justo en ese momento la puerta fue abierta de nuevo, dando paso a Jungkook jalando del brazo a Yoongi. Me relamí los labios, aguantándome una risa. — Ya veo.
— Hyung, venga, twitteamos que estaríamos transmitiendo a las 15:00 horas, ¡en punto! El reloj corre — el más joven corrió a reunirse con sus dos compinches, dejando a un Yoongi con cara de abuelo irritado en la entrada.
Al verme, apretó los labios con una sonrisa y colocó su puño sobre la mesa, para apoyar su peso. Hace algunas semanas se había teñido el cabello, volviendo a ser pelinegro. Se le veía más cómodo con ese color, aunque yo extrañaba el menta.
— ¿Trabajando?
Asentí, a medias.
— Hasta que llegó aquel par de allá — señalé con mi cabeza a Jimin y Taehyung.
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so far away ☆ myg ✔️
FanficLo que más ama Song Meiji es hacer música, así que cuando decide perseguir sus sueños, no le queda otra opción más que ignorar todos los desaires y desánimos que la gente a su alrededor, incluida su familia, le hace cada vez que sus planes a futuro...