La Cazadora ( I y II Parte) (Terminada)

23.

Al día siguiente, después de las miles de disculpas que Samuel me dijo por lastimarme el brazo me contó todo lo que había hecho con Karú desde la mañana, dijo que casi le enseñaba donde guardaba a todas las niñas que tenía secuestradas pero por una llamada todo se fue a la mierda. Hoy mi trabajo consistía en seguir de mosquita muerta en la casa, pero por fin saldría a explorar un poco pues Samuel aun no quería que explorara todo en un día.

Al terminar de desayunar me quedo un rato en la habitación y aunque ya había recorrido todo para quitarme el aburrimiento solo que estaba dando tiempo para que se fueron, Samuel dijo que volverían a salir solo para presumirle que tiene más que el, claro que las pocas horas que tengo de conocer a Samuel odia el tema de la prostitución y trata de personas, pero vamos a eso se dedica. Y al no tener comunicación mis instintos son los que me ayudan así que salgo y de nuevo la casa está sola.

Este hombre es en verdad raro, ¿Cómo que su personal tiene horarios?, además como puede tener su casa en orden todo el tiempo? Al llegar a la planta baja camino por el recibidor, bastante exagerado pues había mucha decoración y mi vista se iba del lado, en la sala principal una gran alfombra con una mandala en el centro, los sillones de cuero y varios cuadros en cada pared.

Salgo al jardín donde solo se escuchaba la fuente en función, recorro para matar tiempo y seguir buscando más pistas, pero parece tener todo escondido porque en su misma casa organiza todo tipo de subasta y fiestas sexuales donde todo tipo de mujeres son vendidas. El sonido de algo hace que regrese de dónde provino, venía de unos arbustos así que con cuidado quito las hojas, pero antes de seguir me tocan el hombro.

- Perdón por asustarla señorita, pero la vi caminando - niego y actúo normal.

- No está bien, de hecho, si estaba caminando porque mi marido salió y antes de que me regañe por salir sin su permiso quise conocer - sonríe y rápido baja la cabeza.

- Si ... bueno a lo que venía es a decirle que el señor Yadáv me ordeno que lo que quisiera podía decírmelo soy la encargada de su alimentación al igual que la de su marido - busco su mirada, pero la evita a toda costa.

- Muchas gracias - se retira, pero la detengo de nuevo. - Espera no me has dicho tu nombre - la chica se asusta y lo piensa.

-Mmm ... puede decirme musa ... si ese es mi nombre - desaparece.

Esto está cada vez más extraño.

Por la tarde le pido a la musa asignada de mi alimentación que preparara un plato de fresas simples, quería agregarle algo más y le insistí que no lo hiciera tanto que al parecer la hice sentir mal y solo le pedí que le pusiera chocolate. Me senté a ver una película en Netflix en el gran cuarto de entretenimiento y estaba aburrida, Samuel no me quiere llevar a los lugares donde Karú tiene a todas las niñas que ha "salvado" como dice él.

La puerta principal se cierra y rápido apago la televisión, al salir Samuel me observa y se acerca a mí.

- ¿Por qué te saliste sin permiso de la habitación? - espera una respuesta mientras que Karú mira la escena.

- Estaba aburrida ...

- Te he dicho que me molesta que cuando te regaño me observes a los ojos - bajo la mirada como él lo ordena sintiéndome de lo peor.

- Lo siento - me toma del brazo como la última vez solo que no lo aprieta.

- ¿Quieres castigo? ¿Cómo la última vez? -

- No ... - me tiembla la voz no por el maldito regaño sino por la cercanía de su cara por la mía.

- Lárgate al cuarto - hace como si me empujara al momento de soltarme y solo le dedico una mirada de odio.