Después de haber destruido mi pobre departamento quedamos frente a frente en silencio, él acariciaba mi rostro y jugando con mi cabello yo no podía dejar de ver sus ojos que tanto me gustan.
- Odio Francia - río.
- Es una ciudad muy bonita Samuel -
- Nada que no haya en Estados Unidos -
- Que yo recuerde no hay una torre Eiffel o un museo de Louvre -
- No se porque dicen que la gente es diferente aquí yo los veo igual -
- Samuel, todos tenemos costumbres distintas además Francia es muy bonito y aprendes francés también -
- ¿Tu también vas a presumir que eres Parisina? -
- C'est vrai j'adore paris - sonrío de oreja a oreja al ver su cara de fastidio.
- Por cierto, ¿cómo te va aquí? -
El solo pensarlo, me causa demasiada emoción.
- Creo que maravilloso se queda corto a todo lo que me ha pasado. Logré trabajar en una galería y próximamente habrá una obra -
- Estás feliz y eso es lo que quería ver en ti - me acerco más a él.
- Lo estoy Samuel, haberme ido fue la mejor opción y no quiero perderla -
- ¿Y la milicia? - quedo acostada boca arriba mirando al techo.
- Lo dejé en cuanto llegué aquí, creo que de todas formas tenías razón. No soy apta para la milicia - se levanta y me hace mirarlo a los ojos.
- Yo nunca dije eso, en el fondo sabemos que a ti no te gusta y solo quieres quedar bien con tu familia Diana. ¿Tienes idea de lo feliz que me hace saber todo lo que has logrado? -
- Siempre lo supe y jamás dudaría de tus habilidades como soldado pero tú no perteneces ahí este es tu verdadero mundo - lo beso.
- Estoy muy orgulloso de mi Lady -
- Gracias feo ogro - se acerca para volver a besarme y subirse de nuevo a mi, pero la puerta nos hace volver a la realidad.
Maldice antes de colocarse la ropa, es algo extraño que alguien toque a estás horas.
- ¿Dónde está Diana? - escucho la voz de Miranda y me dejo caer en la cama.
- Ella no está disponible, ¿tú quién eres? - pregunta molesto.
- Soy su vecina y solamente quería decirle que no haga ruido de más si va a coger con personas que ni siquiera entran a su departamento -
- Lo que hagamos ella y yo es dentro de su propiedad no es de tu incumbencia -
- Claro que sí, escucho sus gemidos y como golpean la pared con los muebles es bastante incómodo -
- No lo creo, porque si estás aquí seguramente te quedaste con las ganas de que tú novio te hiciera algo así. Buenas noches - Samuel le cierra la puerta en la cara y sonrío.
- ¿Quién era ella y cómo se atreve a interrumpir mi momento contigo? -
- Mi odiosa vecina, se queja por todo y creeme que no descansará hasta reclamarle al dueño del edificio -
- Entonces...eso quiere decir que continuemos y más fuerte aún - sonrío y dejo que se suba encima de mí.
Por la mañana despierto sola, y no se me hace nada extraño Samuel tiene sus cosas y yo las mías al momento de levantarme la puerta se abre y por instinto me cubro con la sábana.
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La Cazadora ( I y II Parte) (Terminada)
Romansa¿Alguna vez has escuchado la famosa frase de que los polos opuesto se atraen? O ¿Del odio al amor? Bueno, eso nos pasó a mi y a Samuel que llegó a mi vida de una manera bastante peculiar ¿porque lo digo? Porque gracias a esas dos frases fue que ambo...