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Samuel

- Diana quiere la foto - sigo ignorando sus palabras mientras observo de espaldas la ecografía que encontré en el cuarto donde la tenían encerrada.

- ¿Para qué? -

- Samuel, perdió a su hijo, gracias a eso fue que sobrevivió mínimo sácale una copia y regrésale la original -

Cuando la encontré sentí que una parte de mi se fue también y más cuando escuché a través de un radio que Diana había perdido un bebé casi me da un infarto, porque en primera ni siquiera sabía de su embarazo y segunda porque jamás me esperé que lo estaba.

- Nuestro ... no es la única que está mal por ese bebé -

Le entrego la fotografía a Christian y vuelvo a darle la espalda esperando a que me deje solo para seguir tomando de nuevo la botella que deje pendiente cuando volví a ver la fotografía.

- Señor la señorita Diana salió del hospital hoy - me toco el cabello desesperado.

En cuanto supe que Diana había despertado quería salir corriendo a verla, pero el miedo y los problemas con los Blake me detuvieron, pero yo no soy esa clase de hombre que le tiene miedo a todo tal vez lo que en realidad es que su reacción sea tan dolorosa para mí que tenga que soltarla.

- ¿Tienes idea de la ansiedad que siento de no poder verla? -

- Tal vez es hora de enfrentar la realidad Samuel, quieras o no vas a hablar con ella sobre lo que se enteró - golpeo el escritorio frustrado y termino con la botella.

- Iré a buscarla - camino hacia la puerta, pero bloquea el paso.

- Así no vas a ir, necesitas descansar y tomar un baño. Hueles a alcohol y dudo que te dejen entrar así - retrocedo.

Tiene razón, tiene razón, necesito verme bien, como a ella le gusta.

Diana

Mamá me invita a pasar a mi primero a casa, está igual a como la recuerdo a pesar de que estuve siete meses dormida, no sé cuánto tiempo estuve de pie en la entrada hasta que las voces de Helena y Ariana me hacen regresar a la realidad.

- ¡¡Diana!! - Helena me abraza y Ariana pide que la cargue.

- Qué bueno que estás bien ya hacías falta en la casa - medio sonrío y sigo observando la casa como si fuera algo extraño.

- Diana, vamos a tu cuarto - no me muevo de mi lugar hasta que mamá se da cuenta y ella misma me acompaña.

Al entrar los recuerdos aparecen y retrocedo, no voy a entrar.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué no entras? -

- Quiero estar en el jardín, ¿puedo? -

- Si ... no debes pedir permiso - la dejo parada y abro el ventanal y busco un lugar para sentarme.

Volver a estar bajo cuatro paredes me recuerda todo lo que pase y mientras más lejos me encuentre de un cuarto mejor. Me quedo frente a la alberca y las horas pasan hasta que mamá me llama para comer.

- Nenita quiero hablar contigo - me detengo frente a ella con los brazos cruzados.

- ¿Qué pasa mamá? -

- ¿Por qué saliste corriendo hace rato? - me incomodo demasiado y me abrazo de más.

- No quiero estar encerrada. Solo eso -

- Quiero estar para ti y cualquier cosa que quieras hablar, solo dime - asiento y la acompaño a la cocina donde nos esperan.

Intento tomar los cubiertos con cuidado, pero no responden.

La Cazadora ( I y II Parte)  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora