45.

12 1 5
                                    

Por la mañana, los besos de Samuel son los primeros que recibo al despertar por toda mi espalda desnuda.

- Buenos días, tenemos que irnos - escondo mi cabeza debajo de la almohada gruñendo.

- No ... un rato más - su mano llega a mi cintura donde no es necesario que me haga cosquillas para empezar a reír.

- Yo también me quiero quedar, pero es tarde -

- Si claro tarde las ocho - ríe.

- Las diez así que anda o te levanto - me lanzo sobre el quedando encima y lo beso.

De regreso arreglamos nuestras maletas, habíamos pasado una semana en Turquía no sabía nada de nadie en Washington y tenía cierto miedo, pero ya estaba bastante grande para que me estén vigilando como niña pequeña. La señora del servicio me ayuda a bajar las maletas que trajimos, pero cuando Philip me llama detengo mis pasos.

- Diana ven - lo sigo hasta su cuarto y me quedo parada en la entrada.

- Vamos entra, no hay nada malo - lo hago y quedo frente a él.

- Antes de que te vayas quiero mostrarte algo -

Extiende una pequeña foto y al verla era una ecografía alrededor de seis meses, podía ver su carita y sus manos.

- Es el único recuerdo que me queda de ella, Selin - sonrío. - La tomé antes de que mamá guardara todos los recuerdos de ella bajo llave -

- No dudo que sea igual de bonita que ustedes -

- Los Karata tenemos buenos genes - dice con orgullo.

- Si, ya me di cuenta -

- Diana ... - llaman desde la puerta y Philip me quita la foto.

- Si en un momento voy - lo abrazo.

- Fue un placer conocerte, cuñada -

- Lo mismo digo, Phillip -

Salgo de su cuarto y sigo a Samuel tomada de la mano, me despedí de sus padres agradeciendo la estadía.

- Me alegro que alguno de los dos se haya tomado el tiempo de traer a alguien a casa -

- Fue un gusto conocerlos - los abrazo a ambos y Samuel espera enojado en el auto que nos llevará de nuevo al aeropuerto.

Durante el vuelo no hablamos, estaba molesto lo sabía y no quería estar así haber sido unos días maravillosos me siento a su lado después de verlo horas trabajar.

- No quiero verte enojado - lo abrazo y deja de teclear en la computadora.

- Que te dijo Asker sobre ella - me tenso.

No sabía que decirle.

- Todo -

- ¿Todo? - pregunta y asiento.

- Salió como tema normal yo no le pregunté nada - digo asustada.

- Estaba fuera del país cuando fue el atentado, me enteré horas después de que mi mamá había perdido a Selin - parece que le cuesta trabajo, su respiración era pesada y pasaba su mano por su cara constantemente.

- Jamás me lo perdoné, se supone que me fui para salvar a mí familia no para que alguien muriera - desvía su mirada y lo abrazo.

- Lo siento mucho -

- Yo ... tenía Veintitrés ... Asker quince y ahora ella tendría ocho años -

- Samuel ... - hago que voltee hacia mí.

La Cazadora ( I y II Parte)  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora