Azul Iridiscente // yoonmin

Confesión

—¡¿Qué mierda están diciendo?!—

Un aura de fuego verde sé que hierve en mis puños.

—Yoongi, calma— me dice Hoseok

—¡¿Cómo mierda me voy a calmar?! Debí matarlo—

—Señor Min, le pedimos recobre la cordura—

Aquel oficial perfectamente vestido parece calmo, pero puedo oler su miedo, su miedo a mí.

—Hicimos lo que estuvo en nuestras manos, pero de un día a otro, entre la investigación, simplemente desapareció—

Me explica el otro policía, temiendo que pueda hacerles algún daño.

—Lo que me está diciendo, oficial Kang, es que la evidencia que me costó años obtener, y que les facilité, ¡se ha ido a la mierda!—

—¡Yoongi, ya basta, no grites!—

—¡Tampoco me grites, Hoseok!—

—Señores creo que debemos calmarnos—

—¡Usted cállese, incompetente!— décimos al unísono

Y es que lo que han venido a decirme me provoca muchas emociones. Emociones que no puedo controlar. Saber que Song ha desaparecido me preocupa, me da miedo, me llena de coraje y frustración. ¿Cómo pudo pasar esto?

—La investigación sigue en pie, hoy se hará una conferencia de prensa para dar toda la información. Así le encontraremos lo más pronto posible y recibirá la debida sanción de ley—

Respiro intentando calmarme.

—Le pido una disculpa. Es solo que Song...— aprieto los dientes

—Sabemos que mató a su madre. Se ha comprobado, y lo lamentamos, entendemos lo que su familia pasó. Habrá toda una restauración a los daños—

—Me disculpo por mi comportamiento. Y le agradezco. En realidad, no quiero una restauración a los "daños". Quiero paz, la paz de saber que no le hará daño a quienes amo, y en general a alguien más—

—Lamentamos lo ocurrido señor—

Un apretón de mano les da las gracias. Nos levantamos de los sillones de mi oficina y les encamino a la salida del edificio. Hay un silencio que está cargado de dudas, sé que quieren preguntarme más, más a cerca de mi preocupación, de mi relación con Song, quieren saberlo, mas no pueden preguntarlo.

Suben a su auto y se van con los últimos rayos de sol. Dejo salir un suspiro entre el sonido de alguna ambulancia a lo lejos, y el bullicio de la gente. La magia del atardecer en la ciudad.

—¿Dejaste a Taehyung en tu departamento?— pregunto

—De loco lo traigo— rueda los ojos —También necesito un descanso—

—En serio, confiesa tus sentimientos ya. No puede salir mal—

—No le caigo bien a Taehyung, me odia, realmente lo hace. No quiero que me malinterpretes esto, pero está en celo y estoy yo con él y... ¡me ignora! ¡no quiere que ni lo toque! Se encierra en el baño, ¡en el puto baño! Le di mi cuarto, pero no quiere estar ahí—

Mi amigo suena completamente frustrado. Y puedo entenderlo, recuerdo cuando Jimin no dormía en la habitación, y amanecía en el suelo de la sala. Sentía mucha frustración porque deseaba que estuviera cómodo.

—Ten calma con él, no debe ser sencillo lo que está pasando. Mira, para que se calmen, vamos a cenar. Pasamos por Jimin a la academia de Ji Eun y luego por tu elfito—