—Yoongi. En serio. Necesitas descansar hoy—
Hoseok me quita la laptop de enfrente.
—Llevas días así y solo estás evitando lo inevitable. Ya lárgate a casa con tu omega—
Intenta quitarme los lentes. Y es que bien sé que verme con ellos le trae recuerdos.
—¿Celos?—
—¡No! ¡Carajo, no!—
—Pero dime, estás celoso de qué, ¿de que tengo un omega o de que ya no eres mi omega?—
Acomodo el armazón negro en mi rostro y hago una mueca burlona.
—¡Puta madre Yoongi! ¡Te largas o te...!—
—¿Qué vas a hacer, Hoseok? Porque cada que estaba yo en celo te quedabas conmigo—
—Okey— cierra los ojos y soba su cien —Detesto, no, espera. Odio cuando estás en celo. Así que en primera, no soy omega, no era tu omega. En segunda, de eso tiene mucho, va de la universidad. En tercera, ya tienes un omega, ve con él, anda a ser alfa con él, porque ya no te soporto, ni a ti, ni a tu olor, y menos a tu actitud odiosa de alfa empoderado que siempre cargas cuando estás en celo—
Arrastra las palabras llenas de desesperación al final. Me resulta cómico, y es así porque mi instinto me pide regocijarme del poder de mi celo ante omegas, betas en incluso otros alfas.
—Yoongi, en serio, largo. Ya no soy únicamente yo, los empleados se están viendo afectados por tu abstinencia. Además, prometiste no dejar a Jimin solo en el departamento, ya estabas trabajando desde casa, solo empezó tu celo en días pico... ¡y viniste a joder a cada empleado de la empresa con tu aroma!—
Suspiro con fuerza y termino por levantarme de mi silla. No parece que haya remedio.
—Está bien, Hoseok—
—Gracias. Ahora largo, y no regreses hasta que hayas calmado tu celo, de lo contrario...—
—¿De lo contrario?—
Me detengo en la puerta y volteo para escucharle. Me resulta divertido.
—¡Ya lárgate!—
—Está bien, Seokie—
—¡Hijo de tu puta madre! ¡Lárgate y no me vuelvas a decir así!—
—Así me pedías que te dijera—
—Mira, Yoongi. Ya, largo de aquí, tú y tu ego alfa. Siempre te la pasas diciendo que no eres un alfa instinto, que eres educado, pero mírate ahorita. Te abro las piernas y me coges—
Mi sonrisa desaparece, luzco serio e incluso molesto.
—Tienes razón—
Hoseok parece calmar su enojo.
—A ver, abre las piernas—
Digo con una sonrisa burlona.
—¡Min Yoongi!—
Estoy cerrando la puerta cuando escucho que algo se estrella en ella. Me ha aventando seguramente alguna figurilla de metal, aquellas que siempre están sobre mi escritorio. Me muero de risa, mas sé que tiene mucha razón. Solo estoy conteniéndome, guardando mi instinto alfa frente a Jimin porque me da miedo alejarlo, que odie esta parte de mí, que jamás he podido controlar.
Me detengo frente a la puerta del departamento. Sé que no podré contenerme. El olor de Jimin me está matando, y ya escucho sus pasitos de emoción. También ha percibido mi aroma. Abro la puerta.
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Azul Iridiscente // yoonmin
FanfictionMin Yoongi está en la cuerda floja de su vida. Nada tiene sentido, su vida ya no vale nada. Perdido vaga por aquel fétido lugar lleno de perdición, donde nadie jamás lo encontraría. Así un olor y un campaneo lo hacen ir a donde aquella pequeña cria...