—Mi señor—
Jalo su saco de la orillita mientras le sigo arrastrando los pies. No me está prestando atención. Y yo quiero atención.
—Es importante que vaya a esa reunión—
—Lo sé Hoseok, pero ese día nunca agendamos cosas porque debo hacer oración—
—Esta vez no hay cómo mover su agenda—
Es Hoseok quien tiene toda su atención. No me gusta, para nada.
—Mi señor, mi señor—
Arrastro ya las palabras y me aferro a su brazo mientras sigue caminado. Su ceño está fruncido y le veo estresado.
—Yoongi. Sé que ese pequeño ritual de oración que haces es muy importante, pero esta reunión nos dará ventaja sobre Song. Y más que otra cosa puede que incluso expongamos ante la prensa muchas de sus mañas—
—Mi señor... quiero atencioooon~ quiero cenar hamburguesas—
—Jimin, hoy no puedo salir a cenar contigo, tengo bastantes archivos que revisar—
Su voz es dulce y me mira con ternura, mas yo siento la necesidad de comer hamburguesas, y de lograr ese objetivo.
—Yoongi. No podemos dejar pasar esta reunión. No creo que tu madre, ni tu padre se ofendan por ello—
—Hoseok, detesto que tengas razón—
—¡Quiero hamburguesas!—
Pero no obtengo respuesta, por el contrario ambos siguen y siguen hablando de temas que no comprendo. Estoy por llorar, pero antes de ello, debe responder mi petición. Es por eso que comienzo a jalar más el saco que viste.
—¡Quiero hamburguesas! ¡Quiero, quiero, quiero!—
—¡Basta, Jimin!—
Abro mis ojitos y les pinto lila. Su voz ha sonado ruda, grave y muy fuerte.
—Por favorcito—
Deja salir un suspiro pesado, cierra los ojos con fuerza y traga saliva. Yo estoy expectante.
—Bien. Al rato vamos a cenar hamburguesas—
—¡Yei!—
Doy brincos por todo el lugar, lo he logrado, he conseguido salir a cenar. Los colores se suben a mis mejillas y ya veo el agua, de la pequeña fuente, brotar pequeños chorros debido a mi euforia. Pronto algo llama mi atención.
Unos ojos, me miran. Son brillantes, tanto como oscuros. Sé que es peligroso, pero me hipnotizan, no puedo dejar de verles y me piden acercarme. Huele a quemado, a incienso negro, y el aura alrededor de la mirada es negruzca e infernal.
Voy paso a paso, mi risa ya no es audible, mis labios se abultan llenos de miedo, y mis ojos no dejan de prestarle atención. A centímetros extiendo mi mano, no sé ni porqué lo hago, solo es que me obliga a ello. Me acerco lentamente a la negrura que rodea aquellos ojos, el humo que flota quema, raspa mi piel y cuando me descubro a mí mismo en aquel peligro ya no puedo librarme de él.
—¡Yoongi!—
En mí las lágrimas corren llenas de desesperación, el aire me falta y mi brazo siente el ardor del fuego, aquel que sin tentar arrasa todo. Frente a mí solo la oscuridad, aquella peste de diminutos polvos negros. Entonces una luz verde resplandece, el olor desaparece y el dolor se calma.
—¡Mi Jimin! ¡¿Estás bien?!—
Mi señor me busca el rostro, me limpia las lágrimas, busca cualquier herida, está asustado y enojado. Veo su mirada, oscura y resplandeciente como fuego verde, sus orejas se mueven buscando cualquier cosa, a su espalda cada runa en sus colas está iluminada, incluso sus fragmentos están alterados buscando cualquier rastro.
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Azul Iridiscente // yoonmin
FanfictionMin Yoongi está en la cuerda floja de su vida. Nada tiene sentido, su vida ya no vale nada. Perdido vaga por aquel fétido lugar lleno de perdición, donde nadie jamás lo encontraría. Así un olor y un campaneo lo hacen ir a donde aquella pequeña cria...