La voluntad del Padre Universo

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Es una luz negra que brilla de alguna manera, es un pequeño punto que revolotea. No está en mi mente, menos en mis recuerdos, simplemente indaga mi alma llena de torbellinos de estrellas, entre nubosidades púrpuras y ceniza iridiscente.

Namjoon está ahí, simplemente indagando en mí, sin la intención de lastimarme como se podría. No me aterra, e incluso siento su protección.

El aroma del señor Min es lo que mejor me tranquiliza, esa esencia a anís, la frescura de las hojas húmedas y la tierra como petricor. Su voz cerca de mi cuello, que se cuela hasta mis oídos, su tibio aliento y aquellos brazos que me rodean.

Miles de cosas parecen desordenadas en mi alma, desde lo más remoto a lo que me ata a otros. Aquello invisible, y lo visible de mi alma, el poder de la misma y sus limitaciones. Parece una eternidad, pero tan solo pasan unos segundos. Ya estoy llorando.

—¡Namjoon!—

Entre lo difícil que me resulta mantenerme consciente y el grito de Jin, la desesperación me invade, al saber que el ángel ha traído respuestas a costa de su misma salud.

—Namjoon, Namjoon, no me hagas esto, regresa, regresa—

En su cuello las plumas de su alma negras parecen consumirle, sus ojos sin luz, blancos y perdidos en la verdad que ha descubierto de mi alma, porque sé que ha descubierto incluso más allá de mí.

—¡Hoseok! Trae las cosas de Namjoon, ¡Ya!—

Jin está como loco, Taehyung no hace más que morderse las uñas sin saber qué hacer. El señor Min está procurando de mi porque tampoco estoy bien, solo soy consciente de lo que pasa más no puedo siquiera moverme.

—Min...— logro susurrar —No teman tanto~ sigue bien... Dice que...—

Las palabras no salen de mis labios y mis lágrimas corren, tan impotente, de ser tan débil e inútil.

—¡No, no, no! ¡¿Qué te dijo Namjoon, Jimin?!—

El demonio invade completamente el alma de Jin, rastro del vampiro que es, ha quedado enterrado entre lo que son tinieblas de su alma.

—¡Las lágrimas de Jimin!— dice Taehyung

El señor Min actúa de lo más rápido, ha sido el único que ha visto el poder de ellas. Las toma con cuidado, resplandecen tan pronto se alejan de mi cuerpo, como gotas de luz, y se adhieren a la piel del ángel como cristales. Tan pronto sucede sé que he dejado de respirar, una vez más.

La voz de Namjoon la escucho a lo lejos, El señor Min parece querer quebrarse frente a todos. Hoseok calma a Taehyung. Jin asiste a Namjoon, quien ha regresado por mis lágrimas sin rasguño alguno.

—El frasco con cristales de agua dulce, y la solución de hidrógeno líquido—

Todo es distante, mi alma quiere seguir ahí, pero mi cuerpo no se lo permite. De pronto, jalo aire, abro los ojos de golpe, me asfixio de oxígeno, lo primero que hago es buscar a aquel ser que me brinda protección, busco al señor Min, su alma aterrada al verme, me aviento a sus brazos. Él respira intranquilo y ya que me sabe mejor habla.

—Jamás se repetirá esto. Jamás—

—Lo mismo digo—

Jin está llorando en brazos de Namjoon. Taehyung está igual con Hoseok, quien por fin puede calmarse.

—Jimin...— dice Namjoon —¡¿Qué carajos carga tu alma?!—

A todos nos sorprende su voz, es cómica de cierta manera, como si todo lo que pasó fuera un chiste.

Azul Iridiscente // yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora