Escucho que la cama cruje, es el señor Min levantándose. Escucho unos lloriqueos, no sé de quién son. También hay un aroma en la casa que no reconozco. Me despierto desconcertado.
Estoy solo entre las cobijas, aún es oscuro, el reloj marca las cuatro de la mañana. El piso está frío, pero no me importa, solo sigo el aroma del miedo. Voy poco a poco, sigiloso, siguiendo la luz que proviene de la sala. Lentamente las voces de hacen audibles.
—¿Puedes abrazarme?—
La insensatez me invade, me nubla la vista y no me deja pensar quién podría estar en casa del señor Min, no sé de quién es la voz.
—Te necesitaba, Yoongi—
—Sabes que siempre voy estar para ti—
Algo arde en mi interior y camino más rápido. Ahí los veo, las dos siluetas abrazadas. Quiero llorar y pegarle al señor Min, sí eso quiero porque me están invadiendo los celos. También quiero pegarle al completo desconocido en mi territorio.
—¿Mejor, Taehyung? ¿Ya estás mejor?—
Oh~ es TaeTae. Me digo sorprendido y alegre. Ya puedo aclarar mi mente y distinguir el olor, así como el sonido de aquella voz, ya todo me resulta familiar. Hasta tonto me siento por lo celoso que me he puesto.
—Gracias Yoongi, y perdona Jimin—
Ladeo la cabeza, se han dado cuenta de que estoy aquí.
—No le hago nada a tu alfa—
Me dice, pero no puedo acercarme, Taehyung, el miedo interno de Taehyung me asusta a mí también, hay algo que me asusta. Sí, en parte el olor, del elfo que siempre desprende, el de grosellas negras y frambuesas, es diferente con notas a humo, a incienso negro. Aunque también es algo que logro ver, lo que mi poder está por descubrir, y no quiero dejar.
—Ven mi pequeño—
El señor Min al verme, sonríe.
—TaeTae, ¿estás bien?—
Pregunto aún sin acercarme.
—Sí, Jimin—
—No te creo—
—Estoy bien—
Voltea a verme, me sonríe, pero yo no creo esa sonrisa. Ante mi veo su temor, mi mirada se hace púrpura.
—Mi señor Yoongi~ TaeTae no está bien—
Sin poder contenerme, las lágrimas de mis ojos empiezan a correr, caigo al suelo, no dejo de ver miles de futuros horribles, aquellos que genera mi alma, es mi poder que me bendice en ocasiones y en este me tortura al saber que el fututo no es estable.
El señor Min en un instante está conmigo, me abraza y arrulla, acaricia mi cabello, me ayuda a calmarme. Entre mis espasmos cargados de terror, así me carga, para sentarme al lado de Taehyung, a quien en un instante estoy abrazando.
—No llores Jimin— me dice envuelto en lágrimas también
—No puedo dejar de ver cosas feas— sé que ambos saben el por qué lo digo, no necesito explicarlo
—Jimin a mí nunca me va a pasar nada, soy Kim Taehyung. Elfo de noche, descendiente de la realeza oscura, de aquellos desterrados y asesinados por pecados injustos. Nadie me puede hacer cosa alguna—
—Taehyung, deja de llorar también—
El señor Min está frente a nosotros, de cuclillas acariciando nuestras piernas para darnos el calor que el miedo nos quita.
ESTÁS LEYENDO
Azul Iridiscente // yoonmin
FanfictionMin Yoongi está en la cuerda floja de su vida. Nada tiene sentido, su vida ya no vale nada. Perdido vaga por aquel fétido lugar lleno de perdición, donde nadie jamás lo encontraría. Así un olor y un campaneo lo hacen ir a donde aquella pequeña cria...