Hoseok camina al lado mío, vamos de aquí a allá arreglando cosas de la empresa. Ahora es que siento, al igual que mi amigo secretario, que no debimos pasar tanto tiempo fuera. Ya nada más queda.
—Hoy tienes una cena importante con el señor Lee. No creo que debas asistir con Jimin—
Hago una mueca, lo sé, más que nadie lo sé. Pero me da un poco de miedo dejar al pequeño solo en el departamento.
—¿Puede quedarse contigo?—
Estoy por abrir la puerta de mi oficina.
—¡No! ¡Claro que no!—
Ruedo los ojos y abro. Sorpresa la que encuentro adentro. Hoseok es quien luce más enojado.
—Kim Taehyung— rechino los dientes
—Eje, hola Yoongi—
Jimin está escondido tras el elfo oscuro que es mi amigo. La habitación está repleta de humo de colores, los muebles están repletos de aquel polvo y ambos, el pequeño y mi amigo, tienen la cara toda manchada.
—¡Santo dios!—
Dice Hoseok a la vez que ya está llamando desde el teléfono de mi escritorio al chico de la limpieza.
—¿Qué haces aquí, Taehyung? ¿Cómo entraste?—
—Pues por la puerta—
Froto mi sien. No sé qué hacer con él.
—Jimin ven acá—
Sigue callado, lleno de polvos rosas y verdes en toda la cara. No me ve y me niega con la cabeza.
—Dije que vengas—
Camina temeroso, seguro por el tono de voz que he usado. Tal vez piense que estoy enojado y no es que no lo esté, lo estoy, pero no con él.
—¿Qué demonios hacías?—
Susurro mientras con un pañuelo ya estoy limpiando sus mejillas. Me muestro serio porque él está igual.
Cuando termino no quiere verme. Así lleva desde aquel día, desde que no pude arreglar mis errores por completo.
—Yoongi... ¿Por qué no dejas que Jimin se quede esta noche con Taehyung? Así puedes salir esta noche—
Medito la idea. No quiero, pero es buena idea.
—¡Sí! ¡Jimin puede quedarse conmigo!—
Asiento con seriedad, no me gustaría pero es mejor a que se quede solo en el departamento.
—¡Vámonos de una vez pececito!—
Ya lo tiene bien agarrado del brazo. Siento que mi pecho da un brinco y mi cuerpo arde de coraje, Jimin se deja abrazar y dirigir por mi amigo.
—Espera— digo —Vamos a comer antes, Jimin, anda—
Le estiro la mano, porque ya lo extraño. Pero una vez más como desde ese día me la niega.
—Iré con Tae—
—En mi casa tengo muchas gomitas de oso. Vámonos ya—
Jimin asiente. Ambos desaparecen por la entrada. Sin decir siquiera adiós.
Me dejó caer en la silla del escritorio. Suelto un suspiro de lo más cansado, aviento mi cabeza hacía atrás y jalo mi cabello suavemente. La situación me tiene estresado.
—Jimin... Él sigue sin querer tomar tu mano, ni hablarte, ni verte a los ojos ¿cierto?—
—Esto es de lo más cansado, Hoseok. Ya no soporto la indiferencia y su silencio. Duele. No me sonríe, y siempre amanece en el baño, acurrucado en la bañera—
ESTÁS LEYENDO
Azul Iridiscente // yoonmin
FanfictionMin Yoongi está en la cuerda floja de su vida. Nada tiene sentido, su vida ya no vale nada. Perdido vaga por aquel fétido lugar lleno de perdición, donde nadie jamás lo encontraría. Así un olor y un campaneo lo hacen ir a donde aquella pequeña cria...