Azul Iridiscente // yoonmin

Inconcebido

Estoy despierto desde muy temprano. Voy en puntitas por toda la casa. He puesto la cafetera desde hace ya un rato y me sirvo solo agua caliente para tomar un té de frutos rojos. El departamento está aún oscuro, y huele al suavizante de telas de las colchas revueltas mezclado con el vapor de mi taza.

Doy vueltas, estoy en la sala, voy a la recámara y me siento en el pequeño sofá. Regreso a la cocina y espero unos minutos en la barra, luego voy a la mesa. Termino en el balcón de la habitación, observando el amanecer.

Estoy intranquilo, por muchas razones, pero la mayoría son positivas. Y lo que fuere negativo, solo lo disipo de mi mente, para centrarme en mi felicidad. Mi señor ha dicho que ha tomado un par de días del trabajo para organizar la boda. Y eso es justo lo que me tiene despierto tan temprano, estoy completamente ansioso.

A pesar de haber contratado a un organizador, igual hay muchas cosas por hacer y deben quedar listas en este par de días para que al final solo se afinen los detalles. Habrá que hacer la elección de la ropa, el lugar, la comida, la decoración, mucho por hacer. Y me muero de nervios.

Sus brazos cálidos me rodean con amor. Escucho su respiración cansada y el olor a pinos frescos. Besa mi frente, me acomoda los mechones rosas que caen en mi frente, aquellos que últimamente tienen unos pequeños listones negros de mi mismo cabello.

—Buenos días, amor—

—Buenos días, cariño—

Deja salir un largo suspiro junto con el amanecer, con los rayos del sol que tocan mis labios por fin, la espera a este día. Camina a un lado, en el sofá del balcón, donde el olor a lavanda es fresco y nos da los buenos días.

—Desayunaremos con Jiyong, nos invitó para hacer el diseño de nuestros trajes de boda. Luego iremos con el organizador para visitar algunas fincas y hacer la elección...—

Le detengo con un tierno beso, sonrío en sus labios, y pongo mi índice para susurrarle.

—Lo sé, calma, estará bien hoy— se me ríe y desvía la mirada —No necesitas repetir lo que hemos estado planeando estas últimas semanas. Ayer me diste el "itinerario" tres veces antes de dormir—

Relaja el cuerpo en el sillón, cubre su rostro y deja que sus músculos dejen la tensión a un lado, mientras yo me acurruco a su lado, me enrosco en sus brazos, sobre sus piernas. Me hundo en su cuello donde el tiempo es perfecto, sin preocupaciones, hermoso y tranquilo.

—¡¿Me están diciendo que faltan dos meses para la fecha estimada de su boda y no han hecho nada?!—

Me quedo perplejo ante los gritos desesperados de Jiyong, es que puedo sentir su aura de lobo enfurecida.

—Amor no grites— dice aquel vampiro quien se detiene a admirar lo que pinta

—¡No puedo creer que aún no hayan ni establecido la fecha! ¡Solo saben que van a casarse en dos meses! ¡¿Y así quieren que les haga sus trajes?!—

—JiYong, no grites, es malo para ti y para el bebé—

Repite de manera refinada. El delgado lobo sonríe y acaricia su gran barriga. Parece más que contento y no puede evitar verme con lágrimas en los ojos.

—Fuiste tú— me dice

—No, no fui yo. Yo solo vi su futuro—

—Ji Yong quiere decir que estuvimos años intentándolo y justo cuando nos dejaste a aquel pececito sucedió. No sé qué tipo de magia eres capaz de manipular, pero esto no sucedió solo porque lo haya hecho, no, definitivamente fue gracias a ti—