Luego de aquella voz, la voz del señor Min, mi cuerpo no deja de sentirse extraño, es diferente a aquella vez en que por primera vez mi celo se presentó, pero de alguna manera es igual. Quiero ignorarlo, y por eso me muestro contento, en realidad eufórico.
Voy brinco y brinco, de la mano del señor Min. Estamos en el edificio de la empresa y ya sé que vamos para la oficina. Al abrir la puerta veo al moreno, aquel ángel que es amigo de mi señor, ya estoy corriendo a saludarle y es que él desde que me ve, ya sabe qué sucede.
—Namjoonie—
Saludo risueño, pero él me ve con sus ojos entrecerrados y luego se dirige al señor Min.
—Yoongi, ¿qué le hiciste a Jimin?—
—Nada— dice nervioso
—El señor Min me dio mi primer beso ayer—
He hablado entre una risa, entre vergüenza y emoción, así me cubro la cara con ambas palmas y me balanceo de lado a lado.
—¡Oh no, Min Yoongi! ¡¿Sabes, acaso, lo que acabas de hacer?!—
—No, aparentemente no lo sé— dice frío
—¡¿A caso no percibes el aroma de Jimin?!—
—Bueno, sí, pero no han pasado los meses correspondientes de celo— habla despreocupado
Namjoon cierra los ojos y aspira aire lento y con fuerza, parece desesperado y noto en él, la idea de matar al señor Min.
—Yoongi— suelta el aire —Las almas destinadas, cuando se encuentran, cuando tienen aquel primer roce, es decir el primer beso, cuando eso pasa los ciclos de celo de cada uno no siguen los tiempos normales, ¿y sabes por qué?—
—¡Ah! ¡Namjoon, solo dilo y ya! No hagas retóricas—
Veo curioso a ambos alfas, ambos lucen imponentes pero es el señor Yoongi quien logra erizar mi piel, quien hace que tanto suceda en mí y mis mejillas se tornen rojas.
—Bueno, Yoongi, en este mundo las almas destinadas no son muchas, y de ellas surge vida preciosa al reproducirse. Así que, en la naturaleza de ambos estará engendrar vida. Eso si sabes qué significa, ¿no?—
—Oh, vaya, eso explica que Jimin tenga reacciones como calores ante mi voz de alfa—
—¡¿Qué?! ¡¿Ya usaste tu voz con él?!—
—Es la segunda vez, pero no pensé que fuera a ser malo, ¿es malo?—
Namjoon jala su cabello con desesperación y yo siento cada vez más calor en mi cuerpo.
—Vamos, tú y Jin son muy estables, seguro algún medicamento debe calmar esta situación—
—Yoongi— le llama —Eres un idiota para esto—
El señor Min está por soltar un golpe, le detengo con el simple hecho de tocarlo.
—Yoongi, Jimin va a ser un lío hormonal, te lo aseguro. Y eso te va a afectar a ti de la misma manera. Yo no sé qué harás, y te lo digo de una vez, ningún método va a funcionar si no eres tú quien calma su celo—
—Pero Jimin es muy pequeño—
—Eso te pasa por besarlo—
Frunzo el ceño.
—Yo quería besitos de mi señor Yoongi. Fui yo, no él—
—Tú, Jimin, fuiste muy malo entonces, no comprendes lo que pasará—
Me dice como si me regañara. Estoy ligeramente, sí, estoy molesto.
—Muy bien Yoongi. Esto a penas inicia, te esperan días difíciles y no sé qué harás para controlarte a ti—
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Azul Iridiscente // yoonmin
FanfictionMin Yoongi está en la cuerda floja de su vida. Nada tiene sentido, su vida ya no vale nada. Perdido vaga por aquel fétido lugar lleno de perdición, donde nadie jamás lo encontraría. Así un olor y un campaneo lo hacen ir a donde aquella pequeña cria...