Con tan solo ver que ya todo es oscuro y las luces de la ciudad brillan anunciando la noche, mi corazón se estruja, me siento realmente mal de saber que Jimin ha estado tanto tiempo solo y únicamente ruego que ahí, en mi oficina esté, que haya comido, y que no esté enojado.
Apresuro mi paso, abro la puerta y veo el reflejo de luz que proviene del computador en la carita de Jimin, suspiro aliviado al saberle ahí y al instante corro a él ante lo que escucho.
—¡Jimin!—
—¡Mi señor Yoongi!—
Bajo la pantalla del computador, así ya no queda ninguna luz, solo aquellos puntitos de la ciudad que se cuelan por los ventanales de vidrio.
—¿Qué estabas...?—
—Quiero hacer eso—
—¡Eso era porno, Jimin!—
—¿Es malo?—
—No realmente—
—Pues yo quiero hacer eso con us...—
Se detiene, veo que su naricita se mueve, me está oliendo.
—¡No me gusta como huele! ¡Estuvo con alguien más!—
Sabía que esto pasaría y la verdad rogaba para que no se diera cuenta de ello, pero sabía que era imposible. Ya veo en Jimin celos.
—Jimin, calma—
—Detesto este aroma—
—Jimin, calma, estuve con la persona que es dueña del olor todo el día, es por eso. Estábamos hablando de negocios—
—Claro que sí, negocios—
Veo como refunfuña, es adorable.
—Jimin... recuerdas que tengo una sorpresa, ¿verdad?—
—No quiero nada—
—Jimin— me río
—¿Puedo quitarle ese olor? No me gusta nada—
Dejo salir un suspiro y asiento, así Jimin corre a mí, me abraza. Yo estoy recargado en el escritorio, me detengo con ambos brazos y cruzo las piernas, mi pequeño se ha acomodado en mi pecho, su cabeza queda a la distancia de mi cuello, donde se esconde.
—Perdona haberte dejado solo todo el día. Prometo que buscaremos algo que quieras hacer, sinceramente no quiero que seas dependiente de mí en todo, quiero que tengas tu espacio, que hagas lo que te guste—
—Gracias—
—No mi pequeño, no me agradezcas—
Se restriega en mí, como un gato, incluso siento que ronronea, sus manitas sobre mi pecho parecen amasar, toman en un puño mi camisa y se abren al cabo de segundos para repetir en una secuencia. Yo simplemente me dejo.
—Vamos a cenar. Nos invitaron a cenar—
—¿Esa omega?—
—Sí, y su padre—
Siento sus labios en la piel de mi cuello y al instante su lengua, es húmeda y tibia, no puedo reaccionar. Está succionando mi piel y siento que respiro fuerte por ello, me vuelve loco y sé que mi instinto está dejándose llevar.
—Basta, pequeño—
Lo separo de mí. Sé que igual ya habrá dejado marca.
—Así ella sabrá que usted es mío—
Lo dice con diversión y malicia, yo sonrió. No me molesta que tenga ataques de celos si son así de tiernos, tampoco me importa que sea posesivo de esta manera, porque lo vuelven realmente tierno.
ESTÁS LEYENDO
Azul Iridiscente // yoonmin
FanfictionMin Yoongi está en la cuerda floja de su vida. Nada tiene sentido, su vida ya no vale nada. Perdido vaga por aquel fétido lugar lleno de perdición, donde nadie jamás lo encontraría. Así un olor y un campaneo lo hacen ir a donde aquella pequeña cria...