¿Pensaron que iba a correr por toda la universidad con la nariz sangrando y con los pelos alborotados como los de una loca que se acababa de escapar de un psiquiátrico?
Entonces pensaron bien.
Por supuesto que lo último en lo que estaba pensando era en cómo se veía y en como los demás la estaban viendo. En ningún momento pensó en cualquiera de esas cosas.
Tenía otras cosas más importantes por las cuales preocuparse, como, por ejemplo, encontrar a Hoseok.
Dios sabe cuánto estuvo buscando por cada rincón de la universidad al chico, mientras intentaba comunicarse con él intentando llamarlo, pero él nunca respondió ninguna de sus llamadas ni sus mensajes de Kakao.
Decir que estaba desesperada y al borde de las lágrimas era exagerado, pero era la pura verdad. No podía dejar de sentirse terrible y horriblemente culpable.
Debía haberse controlado más.
Estúpida. Estúpida. Estúpida. No se paraba de repetir y de castigarse una y otra vez.
En un momento cuando prácticamente estaba jalándose del cabello a modo de frustración se le ocurrió un lugar donde probablemente Hoseok podría estar y corrió hacia su auto intentando aguantarse aquellas malditas lágrimas.
¿Porque estaba tan preocupada? Parecía exagerado para una persona que conocía de hacia algunos pocos meses, pero no podía sentirse de otra forma cuando sabia cuanto Hoseok había sufrido y que ahora ella se había presentado como una amenaza de aquello por lo cual él había sufrido tanto y de lo que estaba queriendo escapar.
No podía culpar al chico por querer huir de ella, no podía culparlo si ahora la odiaba y si no la quería ver más. No podía enojarse con él porque tenía toda la razón de no querer hacerlo, pero al menos ella quería la oportunidad de suplicarle que la disculpara por sus actos. De intentar convencerlo de que ella no era una amenaza para él y que nunca se atrevería a hacerle daño alguno.
Hoseok era un ángel y su corazón dolía al pensar en el dolor que le había causado, pero ella siempre quiso defenderlo a él, sin importarle si ella salía herida en el camino. Hallie era así, ponía a los demás primero que, a ella, estaba en su naturaleza y desde que conoció a Hoseok y supo su historia fue un acto involuntario al querer protegerlo y buscar que siempre se encontrara bien.
Por eso lloraba, porque él no merecía más dolor y Hallie había sido la culpable.
Tenía miedo de que no volviera a confiar en ella. Pensar en eso la estaba destrozando, porque sentía algo profundo por él, algún tipo de cariño materializándose cada vez más y más.
Tuvo que mantener todo el autocontrol para conducir lo más serenamente posible cuando dentro de ella todo era un caos desatando una tormenta, tuvo suerte. Pero cuando estuvo fuera de su departamento y estacionó así nomas sin importarle que tan recto y lejos dejaba el coche del borde de la acera se dio cuenta que estaba en la mierda porque Hallie nunca iba a dejar mal estacionado su coche por nada del mundo porque era una maldita perfeccionista, pero a esas alturas no había duda de que un coche mal estacionado era lo último de sus problemas.
Aprovechó el momento cuando varias personas de mantenimiento tenían la puerta abierta del edificio mientras hacían no supo que cosas y corrió hacia los ascensores y presionó el piso correcto.
Sentía sus manos temblar y aquel revoltijo en su estómago típico de cuando uno estaba nervioso. El camino hacia el piso se le hizo eterno que hasta incluso pensó en lo que le diría en cuanto lo viera, bueno si es que estaba allí, pero no estaba en la universidad así que suponía que él había corrido a esconderse a su cuarto, el lugar donde más seguro se sentía.
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Dangerous Woman | BTS | +18
Fanfiction"Todos para una y una para todos" ¡ADVERTENCIA! • Heterosexual • Lenguaje vulgar • Contenido sexual MUY explícito (tríos, orgías y demás) (+18) • OT7 • Posiblemente mención de drogas, y escenas de violencia • No habrá contenido homosexual entre los...