| 24 | "EL ENCAPRICHADO"

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Con todo el mal humor del mundo tuvo que retomar el trabajo, sin quitarse las malditas palabras de Yoongi de la cabeza. Tenía unas inmensas ganas de golpearlo por ser tan hijo de puta, aunque ella también lo había sido, pero él había comenzado y ella no pensaba callarse la boca tan fácilmente a pesar de que Seokjin se lo había pedido, pero Yoongi la buscaba. Ella no había hecho nada, es más se había dedicado a ni mirarlo ¿y él aparecía en el vestuario de mujeres con qué propósito?

No podía entender para nada su actitud, no sabía que buscaba de ella, pero Hallie sospechaba que se divertía insultándola y viendo como ella reaccionaba a sus palabras. Si era eso, ella era una tonta por llevarle el apunte, pero a veces el impulso era muy difícil de controlar cuando no paraban de insultarla por algo que debería ser de lo más normal, como lo era su vida sexual.

Yoongi de mierda, pensó.

Hallie lo vio salir al rato del pasillo de donde tenían únicamente habilitado pasar el personal del restaurante y que Yoongi había entrado como si nada, pero como era amigo de los dueños seguramente tenia bandera blanca para ir a donde se le cantaba en aquel lugar.

Él se dedicó a tomar las pertenencias que había dejado sobre la mesa donde había estado comiendo y se largó sin más.

Parecía enojado, más de lo normal.

Con un suspiro de alivio volvió a sus quehaceres un poco más tranquila, sin sentir la maldita presión de los ojos de Yoongi clavados sobre su nuca viendo a cada momento todo lo que Hallie se dedicaba a hacer.

Ella notó la decepción dibujada en el rostro de Yuha cuando Yoongi se marchó sin dirigirle una mirada de molestia como generalmente hacia y ella se sintió un poco mal a pesar de que Yuha no era muy amable con ella desde el día en el que había atendido al pálido antes que la chica, pero no podía entender como podía gustarle Yoongi cuando era un imbécil de primera con todo el mundo. Pero se sentía aun peor cuando veía a Chung Ho fruncir sus labios en descontento al ver a la chica que le gustaba sufrir por aquel imbécil. Su amigo estaba bastante enganchado con ella, pero Yuha no le llevaba el apunte cuando tenía sus ojos únicamente clavados en el imbécil.

-Hal, el jefe quiere verte -le dijo Yujin pasando por su lado.

Ella frunció el ceño un poco extrañada. ¿Acaso Seokjin había llegado y ella no lo había visto? ¿No era que ese día no iba a asistir?

- ¿Seokjin está aquí? -preguntó, pero su amiga ya se había largado a atender una mesa con clientes.

Suspirando y viendo a su alrededor que nadie la necesitara, caminó con un ligero entusiasmo llenándola hasta el despacho de Seokjin, bastante contenta de volver a verlo luego del encuentro del fin de semana, por eso cuando golpeó la puerta y detrás le dijeron que podía pasar lo hizo con una sonrisa.

Pero aquella sonrisa se borró de golpe cuando allí no vio a Seokjin, sino a...

- ¿Namjoon? -su corazón bombeó tan fuerte que lo pudo escuchar hasta en sus oídos. No sabía si estaba emocionada, nerviosa, contenta o qué, de verlo, pero su corazón estaba desbocado e incontrolable de por fin verlo otra vez después de bastantes semanas.

Él la miró con una bonita sonrisa haciendo marcar sus hoyuelos como todas las veces que lo había visto.

Se mordió el labio sin evitarlo porque aquello era algo que hasta ese momento era una debilidad para la chica. No podía creer cuán atractivo le parecía aquel detalle de Namjoon, pero allí estaba, derritiéndose como un cubo de hielo por aquel hombre de porte impresionante.

-Buenas tardes, Hallie -se puso de pie y le extendió la mano que ella estrechó con sus emociones a flor de piel-. ¿Cómo has estado? Por favor, toma asiento -le indicó que se sentara frente a él, pero ella no pudo evitar pensar en que le encantaría que la invitara a sentarse sobre sus piernas, cosa que haría encantada y sin pensárselo más de dos segundos.

Dangerous Woman | BTS | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora