Capítulo 6: Myisha

96 13 5
                                    


Tras aquel gran e intimidante árbol, se encontraban un muchacho herido e inconsciente junto con aquel portador de la diabólica voz, que por más descabellado que sonase era una guadaña. Pero no una cualquiera, una completamente roja, con aspecto intimidante y un ojo junto a su filo que se movía a voluntad.

La joven los podía ver con claridad, pero para la guadaña era imposible puesto que no se encontraba en posición de divisarla. La muchacha comenzó a acercarse posándose frente a aquellos individuos. La pupila de Rhaast se encogía cuando logro ver a la chica, llevándose una gran sorpresa el arma, mientras que comenzaba a brillar y vibrar ligeramente. – Myisha.- Exclamó aquel ser solo para desconcertar a la mujer. – ¿Disculpa?- Preguntó la misma. El arma continua mirándola con odio pero tras unos segundos logro controlarse lo suficiente como para poder pedirle ayuda. –El muchacho esta en grave estado y necesita atención urgente. Llévanos a algún lugar donde se le pueda atender, el muchacho dijo que hay una pequeña ciudad cerca de la zona. Trata de atarme a él sin tocarme.- Ordenó el Darkin.

Zoe obedeció. Más que por las órdenes recibidas, lo hacía porque para ella salvar a aquel muchacho era hacer lo correcto. Así ató con mucho cuidado el arma a un trozo de tela de la ropa de su portador y comenzó, con mucho esfuerzo a cargar al inconsciente muchacho hasta la ciudad. Era bastante pesado y la chica en ningún momento dejo de sentir la ardiente y odiosa mirada del Darkin en su nuca, el mismo no dejo de brillar fuertemente en ningún momento del recorrido, tampoco había vuelto a hablar desde que le dio aquellas instrucciones. Con mucho esmero logró llevar al muchacho hasta el hostal donde decidió hospedarse. Llego al lugar cuando aquella grande, brillante y llena luna se posaba en el centro del cielo de aquella profunda y un tanto fría noche.

La joven ingreso al lobby con una respiración que denotaba que estaba agotada, algo sudada y con la piel gélida debido a que llevaba un buen rato a la intemperie sin un buen abrigo que la resguardase, el chico que acarreaba estaba en una condición parecida, puesto a que de la cintura para arriba solo tenía unos vendajes que le protegían el torso, los cuales se encontraba sucios y húmedos.

El padre de la pequeña Zoey se asomó a la recepción para corroborar sus sospechas acerca de quién era el visitante. –Zoe, has vuelto, nos estábamos preocupando.- Exclamaba mirando a la mujer sin darse cuenta de que traía consigo un herido. –Señor... ehh...- Se tildaba la pelirroja por el cansancio y no saber el nombre de aquel caballero. –Me llamo Agni.- Le corrigió rápido aquel hombre mientras examinaba con sus ojos al joven desmallado. –Señor Agni, necesitamos un medico lo más rápido posible, este chico lleva dios sabe cuánto tiempo en el bosque.- Explicaba algo asustada Zoe. Aquel hombre fue rápido ordenándole a la muchacha a llevar al chico escaleras arriba mientras él iba a toda marcha a buscar algún medico a la clínica de la zona.

Una vez en la habitación recostó al muchacho sobre una de las camas, desató al arma de sus ropajes mugrientos y la empujo bajo la cama con una escoba que se encontraba en la recamara. Solo restaba esperar a que el señor Agni volviese con la gente adecuada para tratar este caso.

Aquel joven parecía estar muerto, pero esa idea quedaba automáticamente descartada al ver su pecho moverse al ritmo de su lenta y pesada respiración. Los momentos de la espera se hicieron eternos para la pelirroja, la cual miraba por momentos con miedo a aquel sujeto. Dentro de su cabeza solo podía sugestionarse por lo que habría pasado o lo que pasará. "¿Y si es un delincuente que fue golpeado por algún atroz crimen y cuando recupere la memoria me atacara?", "¿Y si es un asesino despiadado que obtuvo su merecido y cuando se recupere seguirá su matanza?". Ideas así e incluso peores divagaban por la mente de la chica, que también miraba con temor como un brillo rojo se podía ver por debajo de la cama. "¿Que es esa cosa? ¿Y porque me mira como si quisiese matarme a toda costa?". La muchacha comenzaba a ponerse paranoica.

Hasta Que Los Darkin Nos Separen | Zoe x Kayn | Fanfic | LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora