Capítulo 24: Discordia

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Llegaron a aquella pequeña ciudad que les dio cobijo hasta el día anterior. Con Akali a espaldas del joven Shieda llegaron a la pequeña clínica del lugar para que la pelinegra fuese atendida, su estado lo demandaba urgentemente. En el mismo momento que ingresaron la mujer fue arrebatada de su portador para ser colocada en observación y recibir atención médica.

A su vez, Kayn también fue llevado a uno de los consultorios para ser atendido. Ninguna persona que esta bañada en sangre podría estar bien. Pese a que el muchacho se colocó en una posición bastante terca al respecto de no ser llevado terminó cediendo ante una molesta mirada de Zoe.

Pese a los múltiples golpes recibidos, el chico estaría bien. Ahora se encontraba en la sala de espera con algunas gasas en su cabeza y cuerpo, junto con la pelirroja la cual mostraba preocupación debido a que su amiga no lograba recuperar la consciencia.

Algunas horas habían surcado el día. Los nervios ya habían devorado a los compañeros, el miedo de perder a su amiga se transformó en ideas igual de perturbadoras "¿Y si sufrió algún tipo de derrame en su cerebro a raíz de los golpes?" "¿Y si entró en una especia de coma del que no saldría en un largo tiempo?" "¿La abandonaremos a su propia suerte? No, claro que no".

La maga estaba masticando sus uñas debido al casi pánico que sentía hacia sus adentros, sus ojos se encontraban ligeramente húmedos, señal de que en cualquier momento podría llegar a llorar por alguna mala noticia. El sentir de una mano sobre su regazo la quitó de ese estado de preocupación constante, era Kayn, una sonrisa acompañada de unos ojos dulces y relajantes la miraban fijamente –Todo estará bien, Akali es fuerte, ha peleado a mi lado antes. Sé que se necesitara más que eso para detenerla- Exclamaba con el fin de relajar un poco a su aliada.

El corazón de la pelirroja descendió un par de decibeles, esa expresión le hacía sentir que no debía preocuparse, que nada saldría mal. Asintió a las palabras del trenzado y agachó la cabeza, continuaba inquietada, pero no tanto como hasta hace unos momentos.

Kayn retornó su mirada hacia la puerta de la habitación donde estaban atendiendo a la ninja, su mirada pese a ser apaciguadora escondía miedo, tal vez más que el de Zoe. –Tú sabes que las posibilidades de sobrevivencia son demasiado bajas- la guadaña se comunicaba con él en su cabeza, seguramente para que la chica no escuchase la conversación y así no sufriese un ataque de nervios. –Ella saldrá de esta, ya veras, bastardo- contestó hacia sus adentros el muchacho. –Hey, no hay razón para que me insultes, estoy aplicando la simple lógica. Esa chica ha rozado la muerte dos veces en un muy corto lapso de tiempo, dos palizas en las cuales se le dieron más de un golpe brutal a la cabeza. ¿Quién es capaz de aguantar eso?- Se aclaraba Rhaast. –Ella debe aguantar hasta que eliminemos esos demonios, lo hará, porque yo la protegeré, me lo prometí a mí mismo- contestaba a la charla mental. –Deberías haber prometido algo que puedas cumplir, Shieda Kayn- replicó el demonio, causando la bronca del muchacho.

El chico se contenía en revolear el arma por una ventana –Estas a una sola palabra de hacer todo el viaje a Noxus envuelto en una sábana. Además ¿Qué mierda fue eso durante el torneo? ¿Cómo carajos tomaste mi cuerpo?- Indaga mentalmente al Darkin. –Yo te lo advertí. Cuando bajases la guardia yo tomaría el control, puede que no sea el cien por ciento, pero si estas débil e inconsciente yo tengo el mando- explicaba la guadaña. El muchacho intentaría replicar con mucho enfado al tono altanero de Rhaast, pero se vería interrumpido.

La puerta del dormitorio donde atendían a la ninja fue abierta por una de las enfermeras que ayudó en la atención de la peli negra. -¿Ustedes vienen con ella?- interrogó al ver que ellos eran los únicos esperando frente a esa puerta además de encontrarse en condiciones similares a la atendida. Ambos se pusieron de pie y se acercaron rápidamente, causando un pequeño susto en la jovencita. -¡¿Cómo está?!- preguntaron los dos aventureros al unísono. La sanitaria intento explicarse en el tono más relajante posible –Tiene fuertes contusiones, limpiamos sus heridas lo mejor que pudimos; pero el riesgo de infección sigue vigente, despertó hace unos minutos pero su estado es bastante débil, necesitara bastante descanso para poder estar recuperada y lista para continuar la aventura que imagino llevan- concluyó el informe.

Hasta Que Los Darkin Nos Separen | Zoe x Kayn | Fanfic | LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora