Capítulo 34: Tenemos Un Plan

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"Akali intentaba mantener la compostura, siguió los pasos de Zoe para tratar de calmar su llanto y sacarla de allí lo más rápido posible. Pero incluso ella estaba emanando una cantidad demasiada alta de lágrimas, acompañadas de arcadas entre cortadas."

La helada Noxus necesita un buen presupuesto para sustentar sus trifulcas y ejércitos. Nada es gratis, menos en el país de la vida o la muerte. Para permitirse todos sus lujos de guerra como alcohol, comida a montones, prostitutas y en algunos casos más oscuros drogas, la nación comercia tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Cerca de la capital se hallan unos grandes depósitos donde alojan todo lo mencionado. Katarina había cargado con estos conocimientos prácticamente toda su vida, era hora de usarlos para cobrarse lo que le debía a la tierra que le arrebato su libertad y separó a su familia.

-De aquellos grandes depósitos salen los pedidos de mercancías, comida, ropa, bebidas, armas. La ruta varía dependiendo a donde se dirige. Si los encargues son hechos por soldados suelen ir más allá de la frontera, pero también abastecen a negocios locales. Noxus busca conseguir todo el dinero posible para poder crecer a gusto- Explicaba la dueña del hogar, los huéspedes se encontraban en sus asientos ojeando con astucia el mapa que la pelirroja colgó en una pared del salón.

-Entendemos el punto, esos grandes depósitos son el corazón monetario de toda Noxus. ¿Pretendes que ataquemos sin preparación alguna un lugar de altísima seguridad?- Preguntaba tanto irónica como cautivada por el plan una soñolienta Akali. –No- contestaba firme la mujer de la cicatriz –Atacaremos sus caravanas de transporte- afirmó con una sonrisa completamente rencorosa. –Es una buena idea- confirmaba Kayn mientras transformaba su rostro en uno más malicioso.

El medio Darkin se puso de pie acercándose a la cartografía de la pared –Asaltaremos sus caravanas a las afueras de la capital, nos quedaremos con su contenido y asesinaremos a sus custodios. Les obligaremos a reforzar la seguridad y a disminuir la cantidad de envíos, ahí será cuando atacaremos directo a su bolsillo. Reduciremos a cenizas aquellos depósitos- vociferaba Kayn con malicia. –Deberán aprovechar todo el escándalo que provoque la caída de esos galpones para en ese mismo momento entrar al bastión y hacer lo que quieran, pero rápido- concluyó.

-Hacía rato que no notaba esa rabia en ti, muchacho- acotaba con emoción la guadaña –Esto será tan divertido- una sangrienta euforia propia del demonio se denotaba en sus palabras. –Es hora de cobrarle a Noxus todo lo que me debe, todo el daño que me ha hecho. ¡Quiero la cabeza de Darius como suvenir! – apretaba sus puños con demencia y euforia a la vez.

La ninja carraspeó la garganta para llamar la atención de los dos noxianos que poco más hacían una fiesta por los atentados planeados. –Kayn, querido amigo. ¿Debo recordarte que fuiste tú quien robó la guadaña hace años? Tu cabeza todavía tiene un valor incalculable aquí- Advertía la mujer de ahora pañuelo negro –Además ya te han visto portándola. Estarán buscándote por todos lados, decirte que seas extremadamente precavido es poco- se quejaba la Joniana. Esto dejó pensando con algo de preocupación tanto a al guerrero como a la mujer local. –Si tienes la guadaña tardaran de no perderte la pisada en cuanto de te vean. Lo más lógico es que en cuanto se vean complicados uno intente huir para alertar a los superiores, debemos tener una eficacia de mínimo cien por ciento- expresó con algo de molestia Katarina.

Mientras las raíces del plan brotaban entre los experimentados en combate, Zoe ensartaba su mirada en la otra peli rojiza, había algo que no le agradaba y no era en el sentido de algún tipo de traición. La maga intentaba descubrir que era lo que le perturbaba, algo no andaba bien, le corroía el no saber que mantenía su cabeza incomoda.

La respuesta a sus inquietudes se mostró por cuenta propia cuando la noxiana posó una su mano en uno de los hombros de Kayn, mientras que le indicaba cierto sector del mapa, ¿celos? No entendía por qué, pero ver a la mujer soldado con su ¿amigo? le generaba una molestia.

Hasta Que Los Darkin Nos Separen | Zoe x Kayn | Fanfic | LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora