Capítulo 52: Un Trabajo y Un Te Amo

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Pese a la intimidación de la uniformada la peli rosa reía burlonamente -Tienes asesinos corriendo bajo tus narices y en lugar de buscarlos vienes aquí. Las tuyas son excusas, dignas de tu puesto. No eres capaz de cumplir con tu labor y buscas chivos expiatorios, tan patética como siempre, pastelito- desafiaba la pandillera. -La falta de respeto a un oficial del alto mando es un delito, Vi. Creo que sabes bien eso- Continuaba la pelea la piltoviana -Te arrestaré y te llevaré a la comisaría si sueltas una burla más- amenazaba. - ¿Tu? ¿Esposarme a mí? En mis recuerdos era yo quien te esposaba a ti- Escupía pícaramente la otra.

Guiada por la rabia de ese comentario la peli azul desenfundo una pistola y la puso en la frente de su ex compañera, tensando por completo la situación entre oficiales y vándalos. - ¡Vamos! – Vociferó a todo pulmón Vi - ¡Vuélame la cabeza! ¡Como lo hiciste con ella! ¡Vamos perra! – Continuaba su grito agresivo - ¿Cómo es esto posible? ¡Tuviste el coraje de agujerear la cabeza de mi hermana menor de con tu rifle enfrente mío! ¿Pero no puedes dispararme a mí? – Escupió a toda rabia la local. La oficial bajó el arma sin mediar palabra. -Te estaremos vigilando, si llegase a enterarme que estas escondiendo a esos asesinos lo pagarás caro- Musitó la sheriff. - ¿Eres la indicada para juzgar asesinos? – Disparó verbalmente la zaunita. -Vete al carajo- Fue toda la respuesta que recibió antes de que la uniformada hiciese desplegar a todo su grupo armado fuera de allí.

-Todos vuelvan a sus asuntos- Ordenaba la líder -Tengo una charla pendiente con nuestros invitados- Dijo mientras se encaminaba hacia la habitación donde retenían al trio. Siendo sinceros, Kayn podría haber usado sus sombras para matar a sus captores y liberarse, pero dejó correr el tiempo para ver cómo se desarrollaba el cruce entre ambos bandos.

-Suéltenlos- Solicito la peli rosa, sus hombres obedecieron -Por favor, tomen asiento, lamento el trato un tanto brusco. Pero hay que ser precavidos en la tierra de nadie- Exclamaba con un tono amistoso. La sala era un especie de salón de reuniones, en su centro una mesa como para ocho personas y algunos sillones a los lados de la misma. En diche mesa se llevaría a cabo el interrogatorio. - ¿Quiénes son? y ¿Qué hacen aquí? – Hablo mudando su tono a uno más serio. -Somos jonianos, estamos en busca de las armas robadas al aventurero que se mencionó antes. El Matakrakens y la Sierraespada Quimopunk son nuestros objetivos, sabemos que están aquí en Zaun. Hemos venido a obtenerlas- Habló la ninja. La peli rosa pensaba algunos segundos -Bueno, he de admitir que he oído que las armas están aquí en la ciudad. Pero no estoy al tanto de quien es su portador o donde se encuentran- Admitió.

Vi pudo notar las caras frustradas de aquellos viajeros, sea la razón que sea para encontrar esos artículos estaban muy metidos en ello. -Escuchen, puedo ayudarles. Tengo gente que podrá investigar por ahí donde pueden llegar a localizarse- Sugirió. - ¿Por qué nos ayudas? – Dudaba Zoe. -Me alegro el día ver a esa perra con el brazo protésico. Además, no será gratis. Si ustedes me ayudan con algunos trabajitos no muy complicados, yo les prometo encontrar esos artilugios que necesitan- Propuso su idea la jefa, acto seguido uno de sus hombres entraría a la sala -Señora Vi, lamento mucho interrumpirla, pero tenemos un problema aquí abajo- Espetaba el sujeto. -Voy- Respondió -Chicos, les dejare un momento para que lo piensen- Finalizó amablemente mientras se retiraba del lugar.

-Sinceramente no me apetece la idea de hacer mandados, en Noxus fue diferente. Cuando asaltábamos las caravanas era con el fin de ayudar a niños, de hundir el país que tanto asqueamos. Aquí estamos siendo carne de cañón de las mafias de la zona- Protestaba Akali. -Pero es la única forma de acercarnos a las armas, parece decir la verdad, tal vez de nos ayude a localizar las armas- Zoe se mantenía optimista. -Es la única opción- Remataba Kayn frotándose la barbilla pensativo. El suspiró de ninja daba a entender que aceptaba su derrota dos contra uno -Descuida- reconfortaba el asesino -Me aseguraré de que todo salga bien- Exclamaba con convicción -En caso que algo se torne misterioso nos sacaré de aquí a los tres- Prometía.

Hasta Que Los Darkin Nos Separen | Zoe x Kayn | Fanfic | LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora