Hasta Que Los Darkin Nos Separen | Zoe x Kayn | Fanfic | Lemon

Capítulo 53: Un Doloroso Pasado Digno De Zaun

Zoe abrió sus ojos, veía el cielo. Adivinaba que en Zaun se encontraba debido a lo turbio que este manto se observaba, se encontraba siendo cargada por Kayn, el mismo plasmaba una expresión de desesperación, rabia y horror al mismo tiempo ¿Qué estaba pasando? La mujer se tomaba el estómago dolorosamente.

Despertó en la cama que compartió con su amante, este último continuaba dormido debido a la gran cantidad de alcohol ingerido la noche anterior. La mujer rememoró los hechos transcurridos hacia algunas horas cuando se percató que ambos estaban desnudos, esto provocaba que ese sueño tan raro se fuese a segundo plano, una sonrisa de felicidad se dibujó en su semblante. Enérgica se puso de pie y comenzaba a vestirse, prepararía algún desayuno con lo que había disponible en el cuartel.

La mujer se dirigió fuera de la habitación, bajando las escaleras se hallaban las secuelas de la fiesta que parecía haber terminado hace poco. La peli rosada se hallaba en uno de los sillones, recostada con una jeringa en su brazo, su sonrisa delataba el viaje mental que cursaba. Ignorando la situación la maga uso la cafetera de la cocina para preparar el mismo brebaje para ambos, desgraciadamente no había más.

Subió nuevamente a la habitación con ambas tazas en mano, al entrar hallaba al asesino nuevamente en la cama, pero esta vez con las manos posadas en su cara, estaba despierto. -Buenos días- Exclamaba animada la mujer. -Buen día- Respondía el asesino con una voz ronca a la par que se levantaba lentamente a recibir el desayuno que la mujer le preparó -Gracias- acotó.

Él seguía recostado, tapado por las mantas hasta su cintura, cubriendo su desnudez -Lo hicimos ¿verdad? – preguntó aun sabiendo la respuesta, la mujer indicaba que sí con su cabeza - ¿Cómo estás? – Se preocupaba. -Mas que bien- Respondía la otra, se sonrojó luego, cuando pensaba su petición al pelinegro - ¿Puedo... besarte? – Pidió con timidez. El chico soltó una pequeña risa y le otorgó ese beso tierno que ella quería.

Cuando concluyó su momento volvieron juntos a la sala principal del cuartel, la líder ahora en un estado mas consciente se retiraba las jeringas de su piel, el joniano la observaba. - ¿Quieres? – Ofrecía la general. -Pasamos, gracias- Negaba cortésmente Akali, quien se encontró con la pareja al momento del descenso. -Un buen viaje no es malo para nadie, aunque siendo sincera hacen muy bien. El brillo perdió bastante calidad estos últimos años, pero te hace mierda mucho mas rápido, para cuando te das cuenta ya eres un adicto que no distingue la realidad de la fantasía cerebral- Comentaba, intentó volver a hablar, pero tubo que cortar palabra debido a un vomito intrusivo que la forzó a largar todo en un cubo de basura que se encontraba frente a ella, el hedor indicaba que ya habría hecho este acto durante la noche.

- ¿Realmente crees que es buena idea destruirte de esta manera? – Consultaba con inquietud la maga. -Oye, es mi vida, yo conozco mis traumas. Déjame en paz con mis drogas- Reprochaba la otra. -Lo lamento- Pedía disculpas la otra. -Como sea, tengo un hombre metido en su asunto de las armas, por lo que pudo averiguar, las armas están en posesión de un grupo de aquí y tienen la intención de venderlas, parece que ya tienen un trato con unos noxianos. Pero eso es todo- Revelaba -Como prometí trataré de obtener la ubicación exacta para ustedes, mientras que continúen conmigo en mis trabajillos- Declaró. -Lo sabemos- Fue toda la respuesta que recibió.

Uno de los hombres de la banda se acercó a su jefa -Señora, la sheriff la busca- Informaba este. -Ya saben que hacer- Dijo la mujer al grupo protagónico, quien desapareció de la sala. Los tres se hallaban en la habitación de la chica del parche -Aguardemos hasta que se valla, si nos descubren tendremos un problema grande. Sigamos trabajando desde las sombras- Decidía el trenzado. Para su desagrado este se percató de la presencia de la pelinegra posada en la ventana -Akali, ¿Qué haces? – Vociferaba en susurros. -Te dije que esta tipa no me da buena espina. Además, recuerda que soy una ninja- Respondió la de ropajes verdes antes de saltar por la ventana.