Hasta Que Los Darkin Nos Separen | Zoe x Kayn | Fanfic | Lemon

Capítulo 38: Un Nuevo Atraco

 La ninja se hallaba posicionada a unos diez metros de la que alguna vez fue la asesina más letal de todo Noxus, semblantes serios, la tensión acumulada en el aire se podía cortar con un simple rose de manos.

La kama y el kunai se apretaban en los puños de la pelinegra, mientras que la local portaba sus dagas de manera ligera, preparada para arrojarlas o perpetrar un ágil corte. Ambos pies de apoyo dieron envión a esta pelea.

La cuchilla impactó filo con filo contra la hoz de la mujer ropajes verdes oscuros, movimientos fugaces como relámpagos creaban un torbellino de esquives y ataques que lucían como una danza perfectamente coreografiada.

Por momentos las derrotas de cada una fueron separadas por milímetros, durante breves segundos pareciese que una caería ante la otra. Katarina desplazándose a la velocidad de la luz entre sus armas, Akali envuelta entre humo para causar ataques sorpresa. Los chispazos de los contactos era fácilmente visibles, minutos de roses y choques constantes denotaban que la pelea no demoraría mucho más en presentarnos un ganador.

Akali abusaría de su confianza, en un intento de predecir que la pelirroja se transportaría a una de las dagas del suelo, en cuanto apareciese no le daría tiempo a reaccionar. Fue en ese instante en el que la guerrera emergió del humo que utilizó para su propia ventaja y le aplicaría una llave a la ninja que la dejaría tumbada en el suelo, derrotada.

-Eres predecible, tus intenciones se pueden ver reflejadas en tus movimientos- Reprendió la mujer de la cicatriz mientras le ofrecía la mano a su contrincante en una muestra de ayuda, esta le correspondió el auxilio –Hacía demasiado tiempo que no entrenaba así. Gracias Akali- confesó. –No hay problema, yo también necesitaba calentar mis músculos- Contestaba la ninja – ¿Quieres intentar de nuevo?- Propuso la pelinegra. –Lo agradezco, pero pasaré. Estoy algo agotada- Declinaba la noxiana. -¿Tan rápido se rinden los soldados?- Intentaba acalorar a su rival. –Cuando llevan años en servicio y han ganado las suficientes medallas como para retirarse, sí- Respondió con algo de egocentrismo la local.

Finalizada ya su práctica, ambas mujeres estiraban sus cuerpos a modo de elongación. –Oye Kali- Llamaba la mujer de cabellos rojos.- ¿Qué pasa, Kat?- Respondía dando pie a continuar la conversación. – ¿No te parecen muy cercanos esos dos?- Consultaba con una ceja en alto la ex teniente -¿Acaso son pareja?- continuaba dudando con un tono de voz divertido. –No lo creo. Solo los vi besarse la otra noche y salieron del mismo cuarto esta mañana, cosa de amigos- Dijo irónicamente la ninja, causando risa en ambas.

-En los ejércitos de Noxus no se permite bajo ninguna circunstancia que una pareja comparta batallón- Confesó secamente. –Ustedes siempre fueron más estrictos que los jonianos, pero ¿Por qué?- Consultaba Akali. –Si un soldado pierde la vida en combate, ¿Qué significa?- Miraba a la forastera. -...Uno menos- Respondió. –Entonces, ¿Qué pasaría si en el mismo grupo estuviese su pareja?- La pelirroja enfatizó autoritarismo en su acento. -...Dos...menos- Comprendía la ninja. –Si ellos dos se unen como pareja tu grupo estará destinado a perder dos al precio de uno. Prepárate para quedar sola en algún momento- Expresó de forma fría la guerrera. –No digas eso-. –Es lo último que me gustaría que pase, pero lo hará en algún momento, desgraciadamente- Dijo antes de comenzar a caminar en dirección a la casa.

La cruda posibilidad que Katarina planteó quedaría amargamente clavada en el pecho de la Joniana por un buen tiempo.

Esa misma tarde el dúo femenino partió en dirección a la capital para reunirse con el informante nuevamente, optaron por dejar al asesino y a la maga en la casa al cuidado de los pequeños. Luego del atracó y preparándose para los que vendrán tendrán que estar lo más ocultos posibles.