Hasta Que Los Darkin Nos Separen | Zoe x Kayn | Fanfic | Lemon

Capítulo 43: Punto de Inflexión (Parte 2)

La caravana se había marchado hacía una hora, desde el tejado de aquel almacén tanto el asesino como la maga se preparaban para entrar en acción. El asesino encontró un pequeño orificio en el techo de chapa, haciéndolo más grande, del tamaño de Zoe. -Escucha- Indicaba Kayn -Podrás pasar por ahí, toma este martillo. Usa tu burbuja extenuadora para dejarlos incapaces de atacarte y luego dales un buen golpe con esto, no los matarás, pero sí noqueados- explicaba el asesino -Yo entraré en estado sombra, intentaré que no tengas que recurrir a defenderte. Pero, por si acaso estate preparada. Busquemos una forma de hacer arder esto- Repasaba el plan mientras que daba pequeños saltitos sobre la lámina, estirando su cuerpo y preparándolo para el combate.

La mujer se dejó caer por el agujero, aterrizando sobre una pila bastante alta de cajas de diferentes productos de mercado. Su compañero atravesó el techo convertido en una sombra, terminando junto a ella. Los depósitos eran enormes, cuatro en total, repletos casi hasta el tope con mercadería de todo tipo, papeles higiénicos, comida, telas, grandes cantidades de tabaco, cigarros de todos los tipos y muchísimo alcohol.

Pese a la gran cantidad de soldados que partieron en protección a la caravana el lugar se encontraba bastante vigilado. Hombres armados le protegían a modo de seguridad. Si bien la cantidad de hombres era para prevenir un ataque del grupo protagónico, estos estaban confiados debido a que nunca se produjo un ataque en un lugar tan importante para la capital.

-Aprovechemos las grandes cantidades de alcohol para hacer que todo esto arda, además el humo de cigarro complicará el siquiera estar cerca de la zona. Dejemos fuera de combate a todos estos soldados para actuar mas tranquilos- Dijo el hombre entre susurros.

No demoraron mucho en dejar desparramados a aquellos sujetos, algunos desvanecidos, otros muertos. El trabajo debía efectuarse rápido, sin dilación tomaron muchos de los fuertes licores noxianos y estallaban las botellas contra diferentes cajas de productos, principalmente cigarrillos y puros. Luego de eso destrozarían otro montón de botellas en una gran pila de cajas, provocando un charco de tamaño considerable de alcohol en el suelo.

Iniciando una llamarada en esa parte del almacén caería el resto por inercia, cualquier intento de rescate sería evitado por el humo de lo ardido. Kayn tomaba un puro del suelo, que había caído durante la destrucción de algunas cosas -Zed solía fumar de estos- exclamaba con algo de melancolía, luego puso el cilindro en su boca, la maga lo miraba curioso - ¿Puedo probar? – Solicitaba con algo de interés. -No. Son malos para tu salud, ya no eres inmortal- Reprendía el muchacho -Además, solo lo usaré para encender esto- Dijo mientras lo encendía con un fosforo, dando una fuerte bocanada de humo gris, para luego lanzar el objeto al charco de licor.

El fuego no demoro nada en iniciar con fervor, el calor comenzaba a expandirse por paredes y el suelo, tomando violentamente como presa a todo producto incinerable. El dúo comenzó a correr con fervor hacia la salida que anteriormente estudiaron, era momento de dirigirse hacia el bastión.

En la comisaria principal de Noxus Prime un hombre cruzaba la puerta, encapuchado y completamente tapado por su abrigo. El único rasgo posible de identificar era su cabello platinado que caía desde el interior de la capuchón. -Buenas tardes, caballeros- Saludaba. -Por parte de los oficiales solo recibió una mirada desconfiada. -Tengo información importante para el bien de la nación- Exclamaba con un tono confiado y malevo. Repentinamente fue tomado por la espalda y quedando con su cara contra el escritorio, el soldado que le tomaba por detrás palanqueaba su brazo para realizar una llave de inmovilización. -Hablar usando el nombre de la nación en vano es un delito muy grave ¿Sabías? – Respondía con un tono frio el masculino que en una silla descansaba. -Oh, soy plenamente consciente de ello. Por eso no vendría hasta aquí y correr el riesgo de morir si no fuesen reales mis palabras- Se defendía.