Capítulo 13: Vendrás Conmigo

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La cabeza de Zoe se meneaba pesadamente, producto del cansancio por no haber dormido bien la noche anterior, ni la anterior, ni la anterior. Kayn apartó la mano de la pelirroja de su cabeza. –No te levantes tan rápido- Tras estas palabras bostezó pesadamente. –Llevas toda la noche con fiebre, por suerte ya no es tan alta como noches atrás- Expresaba con algo de alivio. -¿Tan mal he estado?-. –No te das ni idea. Había noches en las que pensé que morirías... Estaba aterrada- Relató. El pelinegro no comprendía por qué alguien se esforzaría tanto por una persona que no conoce, más aún, angustiarse por su estado.

-La doctora vino hace un rato. Dijo que estas "fuera de peligro" y que por lo menos no volverás a caer en otro coma. Sin embargo mencionó que debes seguir cuidándote, la herida de tu pecho está casi curada, pero pidió que trates de no hacer movimientos bruscos, que no dejes la medicina y que debes disminuir tu temperatura corporal en cuanto suba un poco. Siguiendo esos pasos estarás sanado completamente en poco tiempo- Explicó Zoe con los parpados a medio caer. –Sobre la mesa dejé tu desayuno. Come, anoche no terminaste tu plato, tienes mucha energía que reponer- Dijo en un tono agotado.

Kayn no comprendía porque pese a la discusión que tuvieron anoche, donde la había incluso amenazado, ella insistía en seguir ayudándolo. Esto le provocaba mucha rabia, pero no contra la mujer, sino contra él mismo. En su cabeza resonaba el pensamiento de "Estoy siendo un estúpido... como siempre".

-Recuéstate un rato- Ordenó. –No, estoy bien- La mentira era obvia. –No iré a ningún lado, lo prometo- La mirada del chico era sincera, no ocultaba nada en sus ojos. Pese a no querer hacerlo, el cansancio le pudo a la pelirroja y terminó por dejarse caer en una cama y sucumbir a los brazos de Morfeo en pocos segundos. El muchacho sintió gracia por el hecho de que alguien tan cansado y débil intentase aguantar para proteger a alguien claramente más fuerte. Como si un pollito quisiera proteger un perro. Lanzó un suspiro con el fin de eliminar esos sentimientos que él consideraba innecesarios y se dirigió a la mesa, en donde se encontraba su desayuno junto con una nota "Mejórate".

La contempló durante algunos segundos, la tomo y se dirigió hacia el cesto de basura que se encontraba junto a la puerta del baño. Abrió la tapa del mismo y colocó su mano para dejarlo caer, pero no lo hizo. Por alguna razón no quería hacerlo. ¿Porque se había aferrado tanto de un segundo a otro en un pedazo de papel? Un simple "Mejórate" había tocado algún sentimiento dentro del frío corazón del asesino. Bufó enojado y guardo el papel en uno de sus bolsillos del pantalón, se dirigió hacia la mesa y se sentó a desayunar. –Tenemos que hablar- Espetó sin apartar la vista de su plato. –Soy todo oído- Respondió el arma desde su rincón. –Debe haber alguna manera de matar un Darkin. Tú eres uno ¿de qué te sirve guardártelo? Si no mueren ellos, moriremos nosotros. Y sinceramente no tengo las putas ganas de recorrer todo Valoran para morir en el puto Freldjord- Expresaba su disgusto con enfado. –Wow, das mucho miedo, comisario Kayn. ¿Quieres que te diga donde enterramos el tesoro de los Darkin?- Respondía con ironía, el pelinegro le dedicó una mirada grotesca. –Me has dado muchos problemas los últimos años, Rhaast. Y esta fue la gota que desbordó el vaso. Te daré dos opciones- No pudo continuar puesto que la guadaña comenzó a reírse. -¿Tú? ¿Dándome opciones a mí? Hace miles de años que no escuchaba un buen chiste- Kayn esperó a que la guadaña terminase su jugueteo. –Por si no lo recuerdas, TÚ estás vinculado a MÍ, yo puedo vivir sin ti, pero si yo muero tú también- Esas palabras alertaron a la guadaña, pero esta lo disimulaba –Te doy dos opciones, o me dices como matar a esos Darkin o te abandono en esta habitación. Será cuestión de tiempo hasta que tus hermanos vengan hasta aquí y te destruyan por no poder corromper un simple mortal- La guadaña guardó silencio –Esas son las opciones que te ofrezco, demonio. Elige sabiamente- Sentenció aún con la mirada en su plato, no medió más palabra, solo continuó con su comida.

Hasta Que Los Darkin Nos Separen | Zoe x Kayn | Fanfic | LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora