"Zoe observaba la escena completamente en estado de shock, sentía una puntada horrenda en su pecho y sus vísceras se retorcían del asco, causando que tenga que vomitar en el rincón más cercano."
La mujer de la cicatriz despertaba en su cama, aún dolida por el golpe que la dejó noqueada. Los niños que la rodeaban saltaron sobre ella a abrazarla. –Nos alegramos mucho de que estés bien, tía Kata- exclamaban algunos de ellos. –Tranquilos niños- la guerrera trataba de calmarlos, pero su semblante completamente preocupado y alerta no ayudaba -¿Dónde están estos sujetos? ¿Les hicieron daño?- indagaba seria. Los pequeños lo negaron –Retrocedieron luego de que nosotros entráramos a la pelea. Dijeron que no lucharían y que preferirían esperar a que despertaras para resolver el problema hablando. Parece que los asustamos lo suficiente como para que dejaran de lado las armas- Exclamaba lleno de orgullo uno de los chicos con una pose de héroe.
La mujer rió un poco por los aires de grandeza del muchachito. Les pidió que no bajasen bajo ninguna circunstancia y que le esperasen, ella resolvería el problema de los intrusos.
En la sala principal que también servía como comedor se hallaba el trio protagónico aguardando a una Katarina que cruzaría el umbral de la puerta en cuanto estuvo consciente.
La imagen era lo más tensa posible. La ninja aguardaba reposada en una pared, con su pañuelo negro puesto mostrando sus afilados ojos a la par que hacia girar un kunai entre sus dedos. El joven Darkin se encontraba también reposado en una de las paredes de la vivienda, atento por si la asesina intentaba algo, pero priorizaba su atención a la ventana y a los soldados que ocasionalmente pasaban por la calle. Mientras que la maga era la única que estaba sentada en una de las sillas, con sus manos juntas sobre la mesa, entrelazando sus dedos. Ella portaba una sonrisa amistosa hacia alguien peligroso.
Las dagas de la asesina yacían sobre la mesa, ella las observaba con dudas. –Son tuyas. Tómalas- Pidió amablemente la maga, la mujer noxiana contempló las armas en silencio, le devolvía la mirada a la joven dando a entender su clara desconfianza –No le hemos hecho nada a tus cosas, lo juro- aclaraba. La asesina levantó de la mesa una de las afiladas cuchillas -¿Eres consciente de que puedo degollarte en un parpadeo con solo tener esto en mis manos?- preguntaba en un tono algo amenazante. La ninja detuvo en el momento el baile del kunai para sujetarlo firmemente, a la espera de cualquier movimiento veloz de la asesina. Kayn seguía con su cara escondida tras las cortinas, pero rodó sus ojos a la secuencia.
-Sí. Entiendo completamente los riesgos, pero estamos en tu casa. Esto es lo que corresponde- Explicaba en un tono amable la chica de ojos diferentes. -¿Qué es lo que quieren?- Dudaba la pelirroja más alta. –Pues, queríamos pedirte alojamiento hasta que nos marchemos de Noxus- Contestaba rápidamente con una sonrisa de oreja a oreja. –No- respondía tan veloz como ella la petición. -¿Por qué no?- replicaba haciendo pucheros. –Entran sin permiso a mi casa trayendo tras ustedes a toda la puta milicia de Noxus, me dejan inconsciente y asustan a mis niños. Creo que la pregunta está de más- Contestaba con pesadez.
-Por favor. Será muy poco tiempo, te lo juro- imploraba en un tono infantil la joven. –Que no- respondía la otra. –Solo será hasta que robemos lo que necesitamos del Bastión Inmortal- Confesaba provocando una mirada de desaprobación de parte de sus compañeros. -¿Asaltar el Bastión Inmortal?- preguntó en un tono fuerte la local. –No creo que contar tus planes de a un alto mando del país sea buena idea, Zoe- reprendía irónicamente Kayn. Estas palabras provocaron demasiada rabia en Katarina, quien lanzó una daga junto al asesino y se tele transportó hacia él –Escúchame bien, perro joniano. La próxima vez que me metas en la misma bolsa que los bastardos del ejército o gobierno te ahorcaré con esa trenza que tienes- amenazó en un tono completamente violento.
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Hasta Que Los Darkin Nos Separen | Zoe x Kayn | Fanfic | Lemon
RomantizmLos Darkin Varus y Aatrox se emprenden en una misión brutal para liberar a Rhaast de su portador, Kayn. El cual no dara el brazo a torcer y arrastrara la pelea por toda Runaterra junto con Zoe, una exiliada del monte Targon por incumplir su papel de...