Jungkook es un universitario con una vida aparentemente normal, hasta que una noche conoce a un hombre misterioso que hace cambiar todo. los secretos y pasados junto con el amor se mezclaran de forma caótica abriendo heridas, mientras afuera hay una...
Jungkook se preguntaba por qué los maestros hablaban tanto sin decir nada, se suponía que estaba en una de las mejores universidades, no podía imaginar cómo era la peor. La voz de su maestra lo distraía de sus pensamientos que tenían más relevancia que algo que había aprendido en un libro hace algunos años.
su lápiz bailaba en el papel dando trazos aleatorios. habían pasado horas de la mañana y su mente poco a poco era más clara, había recordado el dueño del rostro de su sueño, era aquel sujeto del callejón, sin embargo, gran parte del sueño estaba perdido en pequeños fragmentos en su mente, que conectándolos no daban ningún sentido, no solía soñar, pero ese extraño instinto, sentía la necesidad de buscar una respuesta, dio la vuelta a la libreta y coloco a un lado el nombre de Taemin y al otro lado el nombre de Jimin, puso dos flechas conectándolos en forma de triángulo dejando el espacio de la punta en blanco. —Taemin, no es amigo de él, pero llegaron a conocerse, una traición que le costó su vida, pero nadie sabe eso...en la TV dijeron que estabas desaparecido...-Dirigió su lápiz y señaló el nombre de Jimin.
—Taemin y el conocen a Jimin, hablaron como si Jimin fuera cercano a él, pero no conozco tu rostro...y el....-Su lápiz se dirigió a la punta del triángulo donde estaba vacío
—Tu...¿Quién eres? No se tu nombre, tienes un rostro tan claro y definido, pero tu nombre es un misterio...llamarte "él" es distante...no te llamaré así.
La mente del chico volvía a viajar en sus recuerdos que hacían involuntariamente que su cuerpo se volviera cálido, sus ojos, cabello, labios y manos, partes del cuerpo tan bonitas que noto que el extraño poseía, vino a su mente esa mandíbula tan definida, con sus ángulos tan marcados.
—que tal...-tomo el lápiz para escribir algo que sus ojos se iluminaron ligeramente—V. Pronunció en inglés, una única letra era suficiente, era elegante y misteriosa como él. —tu mataste a Taemin...quisiera saber por qué pensar en ti me hace sentir enfermo...no, por qué quiero encontrarte, ¿qué estoy haciendo?
Dejo el lápiz en la mesa para sacudir su cabeza como si eso quitará sus pensamientos, talvez se había enfermado, eso debía ser, después de la escuela iría al doctor, tenía que ocuparse lo que la maestra estuviera escribiendo en la pizarra. Los días de invierno se acercaban, las clases eran aún más eternas, el día se oscurecía, Jungkook veía el final, su rutina se repetía, pero no era molesto a lo que le podría parecer, despertar, ir a la escuela y volver a casa, era gris su vida, pero estaba cómodo, no es como si se maldijera, encontraba la tranquilidad en esa monotonía, estaba bien para él. Las clases terminaban cerca de las 4pm, mientras veía a sus compañeros guardar sus cosas, se preguntaba si en verdad debería ir al doctor, no le parecía algo peligro, pero ¿y si lo era?, decidido tomo su teléfono y busco el hospital más cercano.
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—¿Jeon Jungkook?-se levantó de su asiento, volviéndose visible para el asistente del doctor—puede pasar.
Camino hacia el cuarto donde las luces siempre eran más brillantes de lo que debían ser, siendo recibido por un señor algo mayor, Jungkook se sentó en la silla presenté y dejo que el doctor hablara.
