70.-New show

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Taehyung miraba seriamente el televisor, ni siquiera ver las noticias después de asesinar a alguien descuidadamente le pedía tanta atención. Sostenía una copa de vino en la sala del hospital, esperando a que el show de las ocho de la noche empezara, con un rostro serio y frío. Jungkook iba a estar en un show de variedades, él podía descifrar el por qué fácilmente; eran diferentes, pero también muy iguales al mismo tiempo.

-Así que descubriste el poder mediático... -sorbió de la copa- ¿Para qué quieres tener tanto poder? Si me lo hubieras pedido con una sonrisa, yo te lo hubiera dado todo... dijo con un dolor que desgarraba su alma, sabía que debía ser fuerte, apenas estaba empezando.

Jungkook permanecía de pie en las bambalinas del estudio, sentía su garganta seca y necesitada de un vicio; cualquier cosa estaba bien: alcohol, cigarros o drogas. Pero por alguna razón, sentía un abismo que debía llenar con eso.

-¿Cuándo empieza este show?

-Ugh... -dijo el mayor al ver el rostro de disgusto del menor- El presentador no está aún listo...

-Pues que se apure a estarlo.-Dio media vuelta y se fue.

Definitivamente no quería estar ahí. Si Jungkook quería salir en televisión, pues bien, ¡que lo hiciera! Pero no, debía arrastrarlo con él. No entendía bien lo que quería Jeon. Durante los días que pasaron, parecía que Jungkook había dejado de tener contacto con Vante, lo que para él se debía traducir que ya no estaba trabajando para la mafia. Sin embargo, ahora más que nunca, parecía comportarse como un mafioso detestable. Desde la escuela sabía que buscaba poder, era obvio, y nadie negaría que podía conseguirlo. Antes era como si fuera una verdad atemporal, quien sabe cuándo lo tendría, mas era seguro que sería exitoso. Pero ahora era como si buscará eso desesperadamente. No tenía paciencia, corría en busca de ser escuchado.

Temía que dijera algo incorrecto o que se comportara de una manera poco "normal" (muy común en él) y que terminara involucrado en sus consecuencias. Deseo llamar a Vante para contarle; sin embargo, tenía miedo. Había sido muy bueno con él, pero sentía una tensión extraña, además del profundo miedo que empezó a sentir de Jungkook cuando recibió la amenaza de su pasado. En conclusión: estaba jodido.

-Joven Kim Seokjin -Dijo una chica del staff que terminaba de acomodarle el micrófono en su camisa- Ya puede ingresar.

-Sí, ingresaré con... Busco con la mirada al pelinegro- ¿dónde está Jungkook?

-¿El pintor? Ah, ya está dentro.

-Ese niño... -evitó maldecir. Entró rápidamente, pero sin lucir apresurado, encontrando a Jeon sentado en uno de los muebles del estudio con una sonrisa dulce y postura recta; lucía como el chico más bueno e intachable de la ciudad.

-Okay, ahora que está Seokjin, podemos empezar.- Jin apenas entendía lo que sucedía, pero como un buen hombre que se dedicaba al mundo del entretenimiento, continuó el show a pesar de los inconvenientes, sentándose al lado de Jungkook.

-¿Y esa vibra? ¿Qué planeas? -susurró entre dientes.

-Tu mente diminuta no comprendería lo que hago. -contestó Jungkook en el mismo tono.

-¿Y tu sinceridad? Dijiste que serías tú mismo.

-¿Cuándo demonios has visto un político sincero? La gente poderosa miente, es necesario.

Esa respuesta extrañamente le tranquilizaba; Jungkook no expondría su personalidad peligrosa en televisión abierta.

-Aunque puedo ser sincero de otras formas...

Volvió la inquietud. Observaron con paciencia y con una sonrisa falsa la presentación del comentarista. Había investigado un poco sobre él; era un ex ídolo que se convirtió en actor y después conductor de su propio show. Observó sus ámbitos y se dio cuenta de que no era nada del otro mundo, pero su humor era algo que de alguna forma atrapaba a los televidentes; era el show que siempre estaba en tendencias, así que no importaba realmente qué hiciera, necesitaba esa atención.

WHO IS THE EVIL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora