Una luz de esperanza

Capítulo 15

Llegamos a una ciudad, el viejo no tan viejo nos dejó en un hotel de aguas termales mientras se iba.

-¿Por qué no tomas un baño en las aguas? -preguntó Saku.

-¿Aguas termales? -le cuestioné.

-Sí, creo que acá hay aguas Meso termales -seguía sin entender su uso -matan gérmenes, ayudan a la oxigenación, aumentan la circulación sanguínea, elimina las toxinas del cuerpo, ayuda al metabolismo y a la digestión -me explicó -¿Ya te parece ir? -preguntó en un tono un poco agresivo.

-Claro -dije nervioso -así también Naru se concentra en su entrenamiento. Me acerqué a él y le dí un beso en la mejilla -ya volvemos.

Cuando mis mamás hacían eso me tranquilizaba.

Fuimos abajo dejando al chico y a Namika ahí.

Hace bastante rato que no siento a esas dos personas en mi radar.

-¿Estás segura de esto Saku? -me sentía inseguro sobre meter mi cuerpo en agua caliente.

-Claro que sí, hace poco que te recuperaste, quiero asegurarme que estés bien, luego podríamos hacer yoga que sé que te gusta -realmente ella es la mejor.

Nos separamos, por órdenes de la recepción, y fuimos cada cual a nuestro lado.

-Hola encanto -escuché una voz algo infantil, probablemente de mi edad.

Ni idea a quién le habla, no puedo saber cuántas personas hay ahí.

-Te estoy hablando a tí -volvió a decir la misma vos, parece que no le contestan.

Algo tocó mi mano, rápidamente la quité.

Mejor me voy, me están poniendo de los nervios.

Volví a subir, no sin antes dejarle un telegrama a Sakura para que no me espere.

En tanto pisé la escalera de piedra pude sentir a aquellas dos personas frente a nuestra puerta.

Corrí hasta ahí, pero llegó Sasuke y el viejo.

-Eres débil Sasuke... -no lo dejé continuar.

Usando el piso lo empujé provocando que suelte a mi amigo.

-¡No te metas Tn! -parece que esto es algo personal, lastima que no me importa.

-Namika -llamé a mi compañera.

Salió del cuarto con un paso agresivo.

El viejo convirtió el pasillo en algo pegajoso y húmedo. ¡Buena manera de dejarme sin poderes!

Al parecer se fueron, pero logré escuchar la voz del champiñón grande.

-¡Tn! -esa era Saku.

Algunas personas me ayudaron a pararme y el viejo deshizo lo que sea que fue eso, por lo que pude volver a tener mi sentido sísmico.

Guy se llevó a Sasuke de vuelta a la aldea.

-Con Sakura vamos a seguir avanzando -le avisé a Jiraiya -jamás encontraremos a la Sannin así. Con Saku la detendremos y ustedes hablar de todo eso del Hokage, pero la prioridad es que deje de moverse.

Hice un agujero en el piso para que vayamos bajo tierra.

-Tn tiene razón, nos vemos cuando nos alcancen -se despidió mi amiga para luego entrar.

-Hasta unos días -me despedí.

Comenzamos nuestro viaje bajo tierra.

-¿Cómo la encontraremos? No sabemos cómo es -cuestionó.

-Tendremos que parar en cada pueblo, el viejo dijo que era apostadora, pero que generalmente perdía -comenté -podría ser ludopata, no me parece tan buena idea que alguien así esté a cargo de una aldea, pero ellos concordaron que era una buena opción.

-Entonces iremos de casino en casino -afirmó mi acompañante.

-Y si no reconocen su nombre, podemos preguntar por alguien que perdía mucho o algo así -completé.

Nos subí unos metros antes de la entrada del pueblo.

-Parece que hay bastantes casinos y sitios de apuesta.

-Si haces eso de los clones, podríamos ir a varios a la vez -le dí la idea.

Hizo sus clones para ir a los casinos más pequeños, mientras, nos dirigimos al más grande de la ciudad.

-Aquí estamos -me avisó Saku.

Una vez entramos me dolieron los oídos, un montón de ruido provocado por personas y máquinas me comenzó a marear.

-Hola cariño -habló una mujer -¿Vienen por sus padres?

-Algo así, ¿Ah visto alguien llamada Tsunade? Suele perder en estas cosas -pregunté.

-Dos mujeres estuvieron aquí y parecía que una se llamaba Tsunade -habló pensativa la mujer -hablaron algo de ir a otro pueblo, pero no sé más.

La mujer se fue y con Saku salimos del establecimiento.

-Bueno, ya sabemos que perdemos nuestro tiempo aquí, es mejor irnos -declaré.

-Sí -al parecer deshizo los clones -pero antes, podríamos tratar de divertirnos un poco, desde que te conozco solo entrenas y por lo que hemos descubierto y me has dicho de tu niñez no ha sido muy diferente.

-Está bien -sonreí, que bueno que el viejo le dió mi dinero a Sakura -hablando de eso... Podríamos continuar los libros.

-Perdón -sonaba apenada -con lo rápido que salimos y mi emoción se me olvidaron por completo.

-No hay problema, esos libros son solo para armar una línea temporal, pero de igual manera no puedo cambiar nada que esté escrito ahí.

-¿Te puedo preguntar algo?

-Con toda libertad.

-Yo sentí tus latidos detenerse... ¿Cómo volviste? -cuestionó.

-Aunque suene difícil de creer, la madre que me tuvo me ayudó, ella junto con mis otros familiares usaron una especie de energía para traerme -simplifiqué lo que entendí.

-¿Cómo sabes que era ella?

-La ví, es raro, pero no soy ciego de nacimiento, por lo que en sueños siempre estuvo la posibilidad de ver imágenes. Lo malo es que perdí mi vista... Bueno, tú ya sabes. Por lo que nunca me pasó, al parecer ella es la única persona que ví bien -traté de explicarme.

-Si vuelve a pasarte... ¿Me podrías avisar por favor? -preguntó -sería bueno llevar un registro.

-Claro -acepté -ahora, ¿A dónde querías ir?

-Podríamos ir por algodón de dulce u otra cosa para comer, si vamos a estar viajando, es mejor llevar comida.

Me tomó del brazo y me paseó por toda la ciudad.

Al final compramos comida para una semana, si se llega a acabar, seguramente estaremos cerca de un pueblo.

Fue bastante entretenida nuestra estancia aquí, las pocas ciudades que he conocido son bastante diferentes de la ciudad subterránea que conectaba las casas de mi clan.

Sin más fuimos hasta las afueras de la ciudad y volvimos bajo tierra para continuar nuestro camino en búsqueda de la escurridiza Sannin.