Una luz de esperanza

Temporada 2 capítulo 4

Me levanté cansado. Neji no paró en toda la noche de apegarme más a él, casi como si lo estuviera haciendo a propósito.

Por fin había podido liberarme de su agarre, y no quería volver a este, por lo que siendo las 04:00am me arreglé y salí.

Si lo que dijo este chico es verdad, entonces debo estar alerta.

¿Cómo pasé de vivir en una cabaña en el bosque con mis mamás hasta ahora?

Siendo un idiota.

Era una pregunta retórica, ¿Ya nos podemos ir a dormir? Algunos tenemos que notar detalles para salvar a los niños y el imbécil del cuerpo no puede solo.

Esta vez tengo que darte la razón, ya déjalo, lo insultamos luego.

Gracias.

Ya fuera de la aldea pude sentir a alguien  apoyando su cabeza en un árbol.

Extrañado fuí a averiguar y me topé con nadie más, ni nadie menos que el elemental.

-¿Sabes cómo salir de aquí? -preguntó -nunca había estado en un bosque antes de venir y me perdí -explicó avergonzado.

-Claro, pero antes necesito que me respondas algunas dudas -declaré sentándome, cosa que él imitó.

Pude notar unos tatuajes en sus brazos y sus piernas, una rama, un símbolo extraño, un oso de felpa y una llama encima de cenizas respectivamente.

-¿Quién eres? -fuí la primera cosa que pregunté.

-Me llamó Ninan, vengo de la ciudad del fuego -informó con una sonrisa -lamento no haberme podido presentar antes o si fuí muy rudo, solo quería volver a casa lo antes posible.

-No te preocupes. ¿Cuál es tu misión aquí? ¿Quién me quiere muerto? -cuestioné.

-Perdón, eso no te lo puedo decir o van a matar a alguien aparte de tí -se volvió a disculpar.

-¿Por qué no lo hiciste? -mi tono salió más molesto de lo que pensaba.

Rayos, pensé que había superado eso.

-Dejémoslo con que sé lo que es tener a niños que cuidar y que confían en tí. Debes asegurarte que nada te pase para que puedas evitar que algo les pase a ellos -suspiró -lo que dije de la "boy band" es verdad, he pasado los últimos dos años frustrando cualquier avance, incluso ayudé a algunos de tus equipos, pero ahora puedo volver a mi hogar.

-Gracias -solté sincero -me diste el tiempo necesario para poder ayudarlos, ahora me encargaré yo -me paré y le ofrecí la mano, la cual aceptó

-Fue a propósito... ¿Sabías que ahora eres un cuento para que los niños se porten bien? -se distrajo mientras comenzamos a caminar -"el chico que va contra la naturaleza es castigado por el destino teniendo que estar con humanos al igual que todos sus seguidores" -movió las manos de forma chistosa.

-Yo no diría que es un castigo, el venir a vivir aquí fue lo mejor que me pudo pasar a pesar de las consecuencias y no tengo "seguidores" -respondí con una sonrisa.

-Se nota, en los años que me quedé apenas y ví gente mala más allá de los de batas. No entiendo porqué los humanos son tan mal vistos -confesó.

-Las guerras dan mala fama, nunca ha habido una guerra elemental -razoné -sus pensamientos individuales los distinguen, pero también los separan.

-¡Exacto! Son distintos en demasiados aspectos, ni si quiera tienen a los mismos líderes -se quejó -cada generación es diferente, así no van a conseguir estabilidad. Pero... Eso también los hace divertidos.

-¿Divertidos? -paré extrañado.

-¡Sí! En todos mis años de vida jamás cambió nada en mi ciudad, pero aquí en dos años media aldea fue completamente renovada, aprenden del cambio y evolucionan, sus pensamientos, acciones, sueños, todo cambia con el tiempo... Todo menos los elementales. Distintas caras, pero mismas reglas, costumbres, casas, pensamiento, aspiraciones... Es aburrido una vez conoces un lugar como este -explicó.

-¿Por qué no te quedas? -ofrecí.

-No, no estoy dispuesto a dejarlos -respondió tajante -solo, me gustaría mostrarles que se puede ser diferente. Aunque ya sabes, no se puede, si lo intentara me matarían -paramos a las afueras del sector más estrecho del bosque -supongo que nos despedimos ahora -sonrió -puedo seguir desde aquí.

-Espero que nos volvamos a ver, y sabes que siempre tendrás un lugar aquí, nos serviría alguien con tu agilidad -le sonreí de vuelta.

-Ya te dije, no puedo. Igual espero verte antes de que te maten, cuida bien a los pequeños -se empezó a alejar -¡Y dile a Gregory que su pastel de queso necesita algo de sal! ¡Y a Hitaru que le dejé una ficha sobre cómo vendar! -seguía gritando a pesar de que apenas se escuchaba.

Tan intimidante que se veía cuando alejó a Orochimaru, a los Akatsuki y advirtió que debía matarme, el chico era muy amable.

"Las apariencias engañan" diría mamá Vima.

Suspiré y volví hasta la ciudad, el sol ya estaba saliendo, por lo que debo volver antes que me reten.

Para mí suerte no sentí, ni ví, a nadie más hasta que entré a las murallas.

¿Qué significará el tatuaje de forma rara?

Le preguntaré a Hirashi, como trabajó en el equilibrio espiritual seguro que sabe.

Fuí hasta la mansión Hokage, pero cuando iba a abrir la puerta se me adelantó un Neji con el torso desnudo y una cara molesta.

Entré con la cabeza gacha sabiendo lo que me esperaba.

-¿Dónde fuiste? -preguntó preocupado -dejaste tu comunicador y Lady Tsunade llamó para avisar que venía en camino.

-¿Qué le dijiste? -cuestioné nervioso.

-Que estabas durmiendo -respondió -así que esta conversación continuará después, ahora ve a la cama porque está a punto de tocar la puerta.

Sin esperar más corrí y salté a la cama, pude escuchar como el de ojos perla le abría fingiendo bostezar.

-Sigan durmiendo, es su primera noche durmiendo hasta tarde en dos años, se la voy a dejar -insistió cansada -yo también voy a dormir un rato.

El chico se metió otra vez a la cama y tomó mi cara en sus manos.

-¿Había alguien en el perímetro de la aldea? -¿Cómo sabía...?

Negué y me soltó para agarrar mi cadera y dejarme a su altura. Tanto para dormir como estando parados soy más bajo que él.

-Luego hablaremos más tranquilos y me contarás lo que pasó, ahora duerme un rato más.

Traté de acomodarme otra vez y, al igual que anoche, el chico me abrazo fuertemente.