Capítulo 8

3K 418 38
                                    

Cuando vuelva a ver al viejo le daré un regalo por hacer las puntas de los pergaminos diferentes.

Ya tenía el con forma de cono, solo faltaba el cilindro.

Bajo tierra es más fácil moverse, pero no encuentro a nadie que tenga el pergamino que necesito suelto...

¡Oh! Eso es muy inseguro.

Un grupo llevaba el pergamino en la mano, como si nada.

Salí del sub suelo en frente de ellos.

-¡Lo sabía! Si lo mostrábamos, alguien que tiene el que nos falta aparecería -gritó uno de los gennin.

Este era un equipo de dos chicas y un chico. Entonces no es a propósito...

-Acabemos con esto -dije para luego capturar sus extremidades en piedra -me llevo esto -tomé su pergamino y volví abajo.

Luego de unos minutos llegué a la torre central, salí de la tierra y entré.

-Miren, parece que alguien más lo logró -era la chica del grupo arena.

-¡Hola! -les saludé -ya que vamos a estar aquí por... ¿Cuánto tiempo?

-Casi los cinco días -bufó molesta.

-Eso... ¿Les parece buscar formas de entretenernos? -pregunté.

-¿Cómo qué? -cuestionó uno de los chicos.

-Primero, ¿Cómo se llaman? -pregunté -yo me llamo Tn.

-Soy Kankuro, ella es Temari y el con el seño fruncido es Gaara -bien, el de la arena se llama Gaara.

-Tienes los ojos muy pálidos -mencionó el "del seño fruncido".

-Soy ciego -comenté.

Hubo un silencio sepulcral, esto ya se está haciendo costumbre.

-¿A qué quieren jugar?

-No hay muchas cosas para jugar, pero allá hay algunos libros para pasar el rato -mencionó Kankuro -¿Te leo alguno?

-¡Genial! ¿Hay alguno interesante? -parece que no son tan sospechosos como pensé.

-Kankuro -le retó Temari.

-El de la izquierda se ve bien -mencionó Gaara.

-¿Y tú equipo? -cuestionó la chica.

-No tengo, me inscribieron a los exámenes en solitario -expliqué.

-¿Cómo así?

-Me convertí en gennin hace como cinco  días, me recomendaron para esto y vine -simplifiqué.

-¡Listo! Gaara eligió el cuento -llegó Kankuro junto con su compañero.

-Es uno que no veía desde hace mucho -comentó.

-Hermano, ¿Crees que sea buena idea simplemente pasar el rato? -preguntó Temari.

-¿Son hermanos?

-Sí, los tres -me respondió -Temari, ¿Ves algo más para hacer?

-Si no quiere escuchar una historia, siempre podemos hacer manualidades -ofrecí.

-¿Manualidades? ¿Con qué? -cuestionó la chica.

-Kankuro y tú lo pueden hacer con lo que cargan, Gaara con la arena y yo puedo usar el piso.

-Tal vez a Kankuro le sirva su muñeco, pero mi abanico no es para "manualidades", además, ¿Cómo sabes que tiene arena?

-¿No es obvio? Bueno, yo inicio.

Para tratar de "disimular" hice poses con las manos y luego creé un Gaara de piedra, pero este sonriendo.

-¡Con razón estás como solista! Es igual, aunque le faltan las ojeras y su marca en la frente -me halagaba Kankuro mientras observaba la estatua -jamás había visto esa posición de manos ¿Me la enseñas?

-Bueno... -me empecé a poner nervioso -el tema es que cambia dependiendo de lo que quieres hacer, y no creo que solo quieras crear más de estas hermosas estatuas de Gaara -creo que lo salvé bien.

-Ver a Gaara en todos lados no es mi estilo, pero está genial -respondió el chico.

Creo que lo logré.

-Hay algo que no me cuadra a mí, si eres ciego... ¿Cómo lograste hacer una estatua de Gaara? ¿Cómo sabías que llevamos estas cosas? -preguntó Temari.

Hablé muy pronto.

-Con que tú eres el "talento" del que nos habló Lord Hokage -llegó un examinador.

¡Gracias al cosmos!

-¿Tienes los dos pergaminos? -cuestionó.

-Claro, tome -estiré mi mano con ambos.

-¿Y ustedes? -les preguntó.

-Tenga -la chica se los tiró.

Luego de esa interrupción se fué.

-Kankuro, vamos a leer el cuento -ordenó Gaara.

-¡Espera! ¿Y las preguntas que le hice? ¿No lo encuentras raro? -lo detuvo la chica.

-Si no quiere contestar no tiene porqué hacerlo, ahora, compórtate -se puso en frente ofreciéndome la mano -¿Vamos?

-¡Claro! -me acerqué un poco -gracias por eso -le susurré.

-¿No te molesta tenerme cerca?

-¿Por qué me molestaría? Pareces ser un buen amigo.

-¿Amigo? -parecía realmente confundido.

-Sí, una persona con la que te gusta pasar el rato y confías -le expliqué -yo tuve mi primer amiga hace unos días, por lo que creo que es eso, pero no estoy seguro.

-¿El tener amigos no te hace más débil?

-¡Para nada! Gracias a esa amiga me he esforzado mucho y luego tuve más amigos que me dan confianza en mí mismo.

-¡Vengan de una vez! No voy a esperar todo el día para leer -reclamó Kankuro.

-¡Tenemos cuatro días más! -le grité soltando a Gaara para correr en su dirección.

La torre es bastante grande, incluso tiene un salón para duelos, o eso parece ser, una biblioteca, una cocina y varios cuartos separados por cada entrada a la torre.

-Bien, el cueto escogido por el "señor gruñón" es "El gato de arena" -nunca había escuchado de ese libro.

-"Hace bastante tiempo atrás había un gato que vivía entre la arena, se sentía feliz estando ahí, a pesar de no tener a nadie más. Después de todo, ¿Cómo extrañar la compañía si nunca la tuvo? Entre juego y juego encontró un pueblo, oculto entre la arena, igual que él. El gato paseó y paseó por el pueblo, hasta que en un momento logró ver personas, las cuales le hicieron cariño. Al gato le gustó esta sensación, pero no la conocía. Luego de un tiempo el gato siguió su camino para volver a perderse entre la arena, pero algo era distinto. ¡Extrañaba las caricias que le daba la gente! Extrañaba a las personas y sentir su amor. El gato, desesperado, volvió el pueblo, el cual antes de pensarlo, se volvió su hogar." -finalizó el chico -¿En serio conocías este cuento?

-Me lo leyó nuestro tío una vez -aclaró el que estaba sentado a mi lado.

-¡Me encantó la historia! Aunque es un poco triste -ofrecí mi opinión -me alegro que el gato se quedara con las personas que lo quieren.

-Yo no puedo creer que en plenos exámenes chunin estemos leyendo cuentos infantiles -se quejó Temari.

-¡Tienes razón! Los exámenes están siendo mejores de lo que pensé -respondí con una sonrisa.

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora