Capítulo Especial

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Antes de comenzar quería contarles que estos capítulos los voy a ir subiendo dependiendo del personaje que quieran, son futuros alternativos según la otra mitad de la pareja seleccionada y evitaré dar spoilers sobre lo que va a pasar más adelante. Aviso que estos futuros pueden llegar a cambiar.

Está vez fue el ganador de la votación del capítulo 45 (en la cual pocas personas participaron pero bastantes más lo leyeron 0-0'), pero más adelante haré preguntas con respecto a la historia y el primero en contestar correctamente (de manera completa) será quién elija el siguiente, por lo que les recomiendo estar atentos a las actualizaciones y avisos.

Puedo ir haciendo de estos siempre y cuando sean apoyados al igual que la historia.

¡Comencemos!

Me estiré sin abrir los ojos, aún no me quería levantar, pero si yo no lo hago mi esposo menos.

-Shika, ya tenemos que ir a trabajar -le dije adormilado.

En lugar de responderme o levantarse simplemente me abrazó y se volteó dejando entre la cama y sus brazos.

-No quiero, es un fastidio -gruñó para enterrar su cara en mi pelo.

-Son vísperas de año nuevo, es le época de mayor trabajo, pero si terminamos rápido podemos salir antes -le comenté.

Sacó un poco la cabeza y me miró.

¡Sí! Tengo su atención.

-Luego podríamos ir a ver las nubes sobre las cabezas de los hokages -asomó completamente la cabeza.

Me acerqué lo poco que faltaba para unir nuestros labios.

-¿Te parece bien eso? -le sonreí.

-De acuerdo -gruñó levantándose para irse a bañar.

Por mientras que se vestía avancé en el desayuno y una vez terminó de arreglarse cambiamos.

Luego de la ducha pasé a vestirme y desde el cuarto hice una mención, que sabía, no le iba a agrandar mucho.

-Antes de ir a las cabezas tía Nade pidió ir a verla a ella y a Shizune un rato -pude escuchar como se caía la espátula.

La cabeza de mi pareja se asomó por la puerta con una cara amargada, la cual desapareció por un instante al ver dentro del cuarto.

-A esa vieja nunca le caí bien -declaró.

-No es verdad, ella te quiere -le animé.

-...Me quiere golpear. ¿No recuerdas cuando le dijiste que salíamos y me persiguió por toda la aldea? O esa vez en la que iba a buscarte para una cita y casi me llega "misteriosamente" una silla a la cabeza, también está cuando antes de salir dije "que fastidio" y me hizo comerme su sandalia -remarcó -y así hay muchos ejemplos.

-Vamos, no es mala. Tú sabes mejor que nadie que es una mamá para mí.

-Sí, tu cuarta -recalcó.

-Es solo un ratito para verla antes del siguiente año, luego podemos ir a ver las nubes y se lanzarán fuegos artificiales.

-Está bien, pero no quiero que me dejes solo con ella -eso parecía una súplica más que nada.

-Okay -dije justo cuando me puse mi capa.

-El desayuno está listo -me avisó antes de darme un pequeño beso y comenzar a caminar al comedor.

Le veía con el seño fruncido al comer, por lo que traté de animarlo.

-Con todo lo que avanzamos ayer no debería ser mucho trabajo -mencioné.

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora