Temporada 2 capítulo 9 E

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Estábamos llegando Kankuro, Gaara, Temari, Miraiya y yo a la aldea después de la alerta que hizo sonar Lady Tsunade.

Rápidamente pudimos distinguir  un domo de piedra siendo partido por una loba gigante.

-Esto va a ser interesante -declaró mi novia emocionada.

Es realmente hermoso verla así aunque no sea por algo muy positivo.

Nos dirigimos al límite más cercano para separarnos.

El Kazekage sacó su bestia dejando a sus hermanos como respaldo mientras que con Mira manejamos la pared para que nos llevara al agujero.

Por pura suerte Namika no nos aplastó cuando salió de un salto a combatir a la serpiente.

Una vez abajo pude ver a todos los amigos de mi primo, pero este no estaba.

-¡Hirashi, Miraiya! -se acercó Sakura -que alivio tenerlos aquí, ya revisamos cinco veces y no hay más personas para evacuar. El muro de Tn está por romperse por el lado norte y necesitamos salir sin dejarlos entrar.

-¿Y Tn? -cuestioné.

-No lo hemos encontrado, lo más probable es que esté afuera -aportó Sasuke.

-Creemos que afuera -habló un chico con peinado de palmera -según el plan que dejó ahora debemos salir y combatir en los grupos designados a ciertos Akatsuki que nos encargó.

Ese es el elemental en él, planeando todo.

-Bien, junto a los demás Jinchūrikis encárguense de los Akatsuki, Miraiya va a hacer polvo a los seguidores de la serpiente y yo iré por la cabeza de este -declaré -si alguien ve a Tn le dicen dónde estoy o me dicen dónde está, va a necesitar apoyo.

La pared cayó y todos salieron corriendo, yo los iba a seguir hasta que alguien me agarró la mano.

-No se te ocurra morir, ¿Escuchaste? -la cara de Mira hacía notar su preocupación.

-Lo mismo digo -le besé suavemente la mejilla y salí corriendo formando una armadura cada vez más grande.

Pude divisar a la serpiente a punto de entrar, por lo que la arrastré varios metros dejando espacio suficiente para que los demás pelearan.

-Tu oponente soy yo -declaré sosteniendo su cara antes de que se lograra liberar de mi agarre.

-Si así lo quieres... -dos cajones salieron del suelo y de cada uno un sujeto.

Para su mala suerte yo también tengo mis técnicas.

Extraje el agua de las plantas para formar dos guerreros más de barro haciéndolos indestructibles.

La pelea comenzó y el primer golpe lo dí yo siendo parado por el último para después extenderlo rodeando su brazo.

Los guerreros de ambos peleaban entre sí, mi único objetivo ahora es hacerlo sudar.

Secando varios metros de árboles a la redonda formé una espada de hielo para él sacar la suya.

-No seas cobarde, con esa armadura solo demuestras lo débil que eres.

Este idiota no sabe que cómo nos entrenan en el "Equilibrio espiritual".

Ni un idea.

Destruí la armadura para comenzar una pelea de espadas.

Sus movimientos eran rápidos, pero para su mala suerte mi cerebro iba aún más rápido.

Cada quién estuvo esquivando un buen rato hasta que las espadas chocaron, lo que no se esperaba es que la mía siguiera su camino para retomar forma y clavarse en su hombro.

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora