Capítulo 68 E 1/2

266 47 23
                                    

Estaba caminando algo preocupado. Tn no me alcanzó a contar el porqué estaba llorando y eso era frustrante.

¡¿No entiende que necesita ayuda?! ¡Mi ayuda!

Yo soy el que más lo va a entender después de todo, ambos hemos perdido a mucha gente y un familiar que nos hizo daño anda suelto.

Bueno, Itachi no me lastimó a mí, pero mató a todo nuestro clan.

Aunque ya no quiero venganza luego de estar bastante tiempo hablando con Shizune reflexionando sobre lo que ganaría con la venganza y eso... ¡Igual le puedo ayudar!

Necesita que lo escuchen, pero no lo puedo escuchar si no me habla.

Un cono con helado verde se extendió a mi nariz llamando mi atención. Me lo estaba ofreciendo un pequeño de pelo rizado café y ojos verdes.

-Hitaru, no creo que le guste el helado de menta -esa voz... -hola Sasuke, según tengo entendido no te gusta lo dulce, el helado de chocolate seguro es de tu agrado -se volteó, una pequeña que llevaba una cubeta con el dichosos helado se la extendió y él puso una bola en uno de los conos que llevaba como pudo para ofrecérmelo con una sonrisa.

-¿Que haces aquí? -cuestioné aceptando el helado.

-Bueno, es una larga historia, resumiendo hicimos helados y los repartimos, pero ya estábamos volviendo -explicó.

Todos los mocosos se ocultaban detrás de él mientras le abrazaban.

Presumidos.

-Te acompaño -declaré y los comencé a seguir.

Tn realmente se veía feliz hablando con ellos, su rostro estaba iluminado y su sonrisa mostraba lo cómodo que se sentía.

Ojalá pudiera verlo así siempre.

-Yo llevaré eso -tomé la bolsa con conos -debe ser difícil usando solo una mano.

-Gracias -sonrió, pero no igual que a los mocosos.

Uno de cabello rosa me hizo burla, pero tuve que abstenerme de golpearlo.

Cuando llegamos todos los niños parecían estar cansados.

-Fue agotador -exclamó una niña sacando un saco de dormir que estaba apilado en una esquina.

-Repartimos como mil helados -le siguió otra.

Todos los niños repitieron su acción y en menos de 10 minutos dormían plácidamente.

Aproveché para tomar al chico que me preocupaba para salir del cuarto.

-¿Por qué estabas llorando antes? -pregunté directo al grano.

Me golpeé mentalmente cuando sus bellos ojos se cristalizaron antes de bajar la mirada.

-La niña... La que dejó sus esperanzas en mí... Murió -informó con una voz quebrada -no la ayudé a tiempo -comenzó a jugar con sus manos ocultando su rostro -estos niños también fueron dañados y me confiaron eso. Les hable sobre buscar ayuda...

Se había roto por completo, estaba llorando a mares a pesar de tratar de evitarlo y lastimar sus brazos para tratar de detenerse.

Me dolía ver al chico que formará parte de mi clan así. Lo abracé lo más rápido que pude.

-Está bien, sácalo todo -me límite a decir.

Teníamos suerte que nadie pasará por ese pasillo.

Él apretaba mi camiseta fuertemente y tenía enterrada su cara en mi cuello.

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora