Capítulo 40

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Una vez al llegar a la mansión Hokage me fuí a bañar, me sentía todo pegajoso por... Lo que pasó.

Shikamaru me esperaba afuera de la puerta. No me puedo creer que realmente me trate así.

Luego de salir traté de evitar a cualquier costo que me limpiara las heridas. No porque quiero que se infecten, solo no quiero que las vea, ni que me toquen.

-Tn, ya es momento de que te las desinfecte... -eso me hizo tensarme.

Iba a tratar de escapar, pero no me podía mover.

-Usaste tus sombras, ¿Verdad? -pregunté molesto.

-Sí, no te vas a escapar, aunque es un fastidio -declaró ¿Victorioso?.

-Terminemos con esto -suspiré.

Al parecer me liberó, ya que fuí capaz de quitarme la camisa. En tanto lo hice escuché un sonido de terror del parte de Shika.

-¿Cómo...? - no le dejé terminar.

-No quiero hablar de esto, solo date prisa -subí mis pantalones hasta los muslos. Creo que ahí acabaron las heridas.

-¿Estás seguro que no quieres hablar? -cuestionó.

-Muy seguro. Mañana voy ver a los chicos y no quiero ni una sola palabra de esto a cualquiera de ellos -declaré serio.

-Si así lo quieres... Es un fastidio -dicho justo antes de tocar mi espalda, me provocó un escalofrío junto a la necesidad de correr, pero la contuve.

Durante todo el tratamiento trataba de respirar profundo y pensar en otra cosa, pero la voz de mi cabeza volvía.

Mira como ahora lo dejas, ¿Por qué no abres ya un puesto y ganas dinero así? Si ya te tocaron completamente y todo lo que Meinor hizo mientras estuviste inconsciente, todo lo que pudo hacer completamente libre ya que no tuviste el valor para mantenerte conciente.

¿"Valor"? Es gracioso que no lo tengas en más de un sentido...

Trataba de ignorarlo, pero esas palabras se me grababan como una cicatriz, una de las tantas que debo tener a este punto.

-Ya terminé -declaró soltándome, suspiré de alivio. No había notado que aguanté la respiración todo el tiempo.

Me vestí lo más rápido que pude.

-Mañana luego de saludar a los chicos, seguramente vendrán ya que estoy "castigado", iré a la oficina. Es el mismo edificio después de todo -aclaré -ahí estaría muy agradecido si me pudieras leer la cantidad de cabañas que encontraron en mi aldea.

-¿Las cabañas? ¿Qué sucede con ellas? -cuestionó.

-Algo... No concuerda bien. Mi aldea debía tener la misma cantidad de personas que en Konoha, un par de cabañas no pueden albergar tanta gente -expliqué -había un río bastante grande cerca y pensé: Si los de la tierra tenían su ciudad bajo la arena...

-...Los del agua la pueden tener bajo el río -continuó -¿Por qué quieres volver ahí?

-Mis mamás me dijeron que los Elementales eran un clan, no una especie. Simplemente quiero saber porqué -respondí.

Eso es mentira, solo no te quieres hacer responsable de matar a toda una aldea. Buscas sacar eso de tu conciencia ya que no quieres pensar que harás lo mismo con esta, es muy... Cobarde de tu parte, pero no me sorprende viniendo de tí.

-Voy a preparar la cena -dije para distraerme -ponte cómodo y siento que te tengas que quedar aquí teniendo tu casa -me disculpé.

No se debe quedar por nadie más que por tí, tú y tu incompetencia están quitándole el tiempo con su familia y para colmo está atado a un bebé llorón que no es capaz de manejar nada.

Esa voz. Trato de ignorarla y decirme que no tiene razón, pero es inevitable pensar que está en lo correcto.

Cortaba tomates para una salsa, pero lentamente sentía como esos mismos cortes se estuvieran haciendo en mi piel.

Cada corte era como los que esos sujetos me hicieron e inconscientemente comencé a tiritar, sentí que alguien me tomaba de los hombros y grité.

-¿Qué sucedió? -me preguntó el chico. Había quedado tan metido en eso que no lo sentí llegar.

-Nada -respondí rápidamente.

-Okay...

Justo se había ido cuando escuché un portazo, era Tsunade. Nami llegó corriendo hasta donde estaba y me pidió cariño, a lo que le acaricié la cabeza.

-¡Tn! -gritó molesta.

¿Ahora qué arruinaste?

-¿Sí? -pregunté con temor.

-Leí la carta que me pasó el chico de la aldea de la arena -la furia se notaba en cada palabra. Se me había olvidado, ahora sí me va a matar.

-¿En serio? -pregunté porque sí.

-Sí, en serio -hizo una pausa -¡No me puedo creer que pensaras en no volver!

Me iba a escusar, pero sentí que me abrazó. Me dió un escalofrío, pero también se sentía como los abrazos de mis mamás.

-¿Tienes idea de lo mucho que hubiera sufrido si jamás volvías? -su voz sonaba molesta aún, pero triste al mismo tiempo.

Sufriría menos de lo que lo hará contigo, en algún momento te olvidará, todos lo harán.

-Podrás salir del edificio, pero no de la aldea. Shikamaru tendrá 2 meses 24/7 y luego solo será durante el día -declaró.

El chico se había mantenido callado. Debe ser incómodo para él. Cuando me soltó volví a relajarme.

-Si quieres puedes traer ese equipo de ruido mientras cocinamos, no fue tan desagradable la última vez -le sonreí y fuí por el equipo.

Puse una canción llamada "Dancing in the dark" de Bruce Springsteen. Shikamaru también llegó a ir a la cocina luego de ponerla.

La canción me dió una idea, más que nada cuando dice "You can't start a fire. You can't start a fire without a spark".

Eso puede estar buscando Orochimaru, quiere destruir Konoha...

Por tí sobretodo.

... Pudo ir a la aldea de la tierra para encender una llama. La carta que mostró Tsunade hablaba de una aldea que quería ir a la guerra con los humanos, pero el resto no quiso. ¿Y si está tratando de encender las llamas que faltaban? Con las tres aldeas sería perfectamente capaz de destruir esta.

Voy a intentar confirmar ests teoría, en la aldea del agua podría conseguir más información sobre aquella carta y los que quisieron ir a la guerra.

¡Hola!

La canción mostrada en este capítulo es esta: (Perdón, no encontré en los dos idiomas un un mismo video).

Inglés:

Español:

No sé si quieren que las ponga, me avisan si les molesta.

Les quiero agradecer a toda la gente que está leyendo esto, realmente me hace feliz que hayan llegado hasta acá y realmente deseo que estén disfrutando con este mundo que está surgiendo de mi mente.

Espero que les haya gustado el capítulo 💙

¡Nos leemos luego!

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora