Capítulo 39

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-¿Mamá? -le hablé a la oscuridad.

-No exactamente, soy esa voz que te dice cuando haces algo malo -explicó -"eso" malo es pensar de esa manera. ¿No te acuerdas lo último que te dije?

-"Hijo, moriría esta y las veces necesarias si de esa forma existe la opción que no te dañen" -repetimos al mismo tiempo.

-Si lo sabes, cada que este lugar esté oscuro, solo piensa en eso. Mika, Kisen y yo siempre estaremos para tí.

-Ellas murieron por tí... Mamá Mika y mamá Vima protegiéndote, mamá Kisen por tenerte...

-¡Espera!

La voz de mamá se cortó para seguir con la de mi tío.

-Mira, ni para esto sirves. Para nada sirves.

Muchas manos comenzaron a rodearme, solo trataba de hacerme bolita mientras tiritaba y lloraba.

-¿Quién pensaría que un Hokage sería tan dañino? -se burló la voz -¿Dije "Hokage"? Pero, si no has hecho nada de ese trabajo, de todo se encarga Tsunade porque no eres capaz de hacerlo.

La oscuridad comenzó a ser extremadamente sofocante, apenas podía respirar.

-¿Qué piensas hacer al respecto? ¿Vas a morir? -cuestionó -¿Tn?

-¿Tn?

-Tn.

-¡Tn!

Me desperté de golpe, todo me dolía y temblaba.

Estaba en la oficina de Gaara cubierto con una manta.

-¿Estás bien? En tus sueños llorabas -no respondí -ya le mandé una carta a Lady Tsunade para avisarle que estás aquí, las personas con las que viniste están en otro cuarto.

¡La carta! Ya morí, me va a matar si me ve en ese estado, ella no se puede enterar.

-¿Hace cuánto la mandaste? -pregunté.

-Tres horas y media más o menos.

Genial, aún tengo tiempo para huír.

Le tomé de los hombros y le miré a algo, que asumo, es su cara.

-¿Te podrías mandar a traer a Kankuro lo más rápido que se pueda por favor? Necesito que me escriba algo -declaré -por mientras te pediré si puedes acoger en Suna a los chicos que vinieron conmigo, todos menos a Sasuke.

Se liberó de mi agarre y fue a pedirle a un ambu que traerá a Kankuro con materiales para una carta.

-¿Quiénes son? -fue lo primero que preguntó cuándo volvió -Solo reconozco a los dos que nos ayudaron a salir.

-Los otros son hermanos de Miraiya. Necesito si pueden vivir en Suna, por favor.

-De acuerdo, nos ayudaron después de todo. ¿Para qué es la carta? Si puedo preguntar.

-¡Llegué! -declaró Kankuro.

-En otra ocasión te digo -le respondí.

-Bien, voy a ver a los invitados -se fué.

-Por favor escribe lo siguiente -perdón tía Nade -"Lady Tsunade, le quiero agradecer todo lo que ha hecho por mí y junto a Shizune ser mi familia. Me temo que no estaré una vez llegues a Suna, pero no quiero que se preocupe por mí. Hace poco tiempo me enteré que mi presencia podría haber causado las enormes bajas que tuvimos contra Orochimaru y no quiero que algo así vuelva a pasar. Redacto esta carta para despedirme de usted, la voy a extrañar muchísimo, pero es lo más seguro para la aldea. Sé que usted hará un increíble trabajo, como el que viene haciendo, siendo más fácil este sin mí. Velo por la prosperidad de la aldea sin mi estorbo. Le quisiera pedir trabajar habilidades blandas con Sasuke, debería haber un libro de los recuperados hablando del tema, para evitar posibles "accidentes". Con cariño, Tn".

-¿Está seguro de esto? -preguntó el presente.

-Claro, poner la aldea como prioridad es mi deber como Hokage -le respondí -me tengo que ir de inmediato, ¿Podrías despedirte de ellos por mí? Te lo agradecería mucho.

-Claro -me abrazó provocando que temblara -perdón -me soltó -espero que tengas un buen viaje. Trata de mantenerte en contacto, al menos con Gaara.

Me iba a ir, pero escuché un estruendo.

-¡Tn! -es la voz de tía Nade.

-¡¿Hay alguna salida trasera?! -le pregunté al chico con miedo.

-¡Ni lo pienses! -llegó al cuarto. Todos le venían siguiendo por los pasos que escuché.

Oh no.

Me agarró del brazo levantándome del suelo. Escuchaba su respiración fuerte, estaba realmente molesta.

-Lady Tsunade, está carta la dictó para usted -le dió la carta.

¡Traidor! Ahora sí me va a golpear.

-Tú -su voz era espeluznante -nos vamos ahora, una vez en Konoha vamos a tener una charla. Gracias por recibirnos.

Eso me da más miedo. Tomó a Sasuke y a ambos nos arrastró del brazo hasta la aldea.

-¿Por qué salió corriendo Lady Tsunade? -preguntó Shizune desde la puerta, ella en respuesta me alzó -¡Tn! Volviste.

-Tú te encargas del emo, yo tengo que hablar con él -me volvió a levantar dejando a Sasuke ahí.

En tanto entramos a nuestra oficina me soltó, cerró con llave y se sentó.

-¿Sabes? Junto con la carta del Kazekage me llegó otra, una de Orochimaru -ya morí.

-¿En serio? ¿Otra vez quiere apoderarse de la aldea? -me hice el que no entendía.

-Necesito que me muestres tu abdomen -su tono era tal que ni siquiera traté de negarme.

En tanto levanté mi polera ella rompió el escritorio de un golpe.

-¡¿Quién mierdas fue el que te hizo eso?! -estaba completamente alterada.

-No sé, ya veía todo borroso para ese punto -eso no era del todo mentira.

-¿Borroso? -cuestionó y se acercó a mi cara -están pálidos, más pálidos que antes...

-Sí... Me pusieron unas amebas que me están comiendo la córnea -expliqué.

Mala idea, le hizo un agujero a la pared.

-¡Que alguien traiga a Shikamaru! -gritó a todo pulmón.

Luego de unos segundos el nombrado apareció.

-¿Me llamó...? ¡Tn! Volviste...

-Sí, sobre eso mismo vamos a hablar. Quiero que seas su escolta las 24 horas del día los 7 días a la semana, no te vas a despegar ni un solo segundo de él. -declaró -¿Sabes cómo curar heridas para que no se infecten?

-Sí señora.

-Entonces vas a curar cada herida que tenga.

-Pero para "protegerme" está Nami... -mencioné en tanto me dejaron un espacio para hablar.

-Pero no la llamaste cuando era claro que la necesitabas. Sakura está ocupada entrenando conmigo y me dijeron que ustedes se llevan bien -iba a reclamar, no necesito un niñero -antes que digas algo... ¡ESTÁS CASTIGADO EN TU CUARTO DOS MESES! Por preocuparme así.

-¡Ambos somos Hokages! No me puedes castigar, tengo la misma autoridad que tú.

¿Realmente piensas eso? Que ternura.

-Te castigo como tutora, no como Hokage, tú estás a mí cargo de manera personal y esto fue ir demaciado lejos, no quiero ni una palabra más. Ahora vayan a casa, a la nuestra Shikamaru.

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora