Capítulo 70

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-A ver si entendí -se detuvo unos segundos procesando lo que le acababa de contar -no te veo en dos semanas, y en ese tiempo casi terminas sin un brazo, te diagnosticaron desnutrición, lograste hablar sobre lo que te hizo tu tío, evaluaste a Sasuke para misiones, enterándote que él ya sabe todo lo que ha pasado; iniciaste un cambio radical en una zona extensa de la aldea, mandaste a juicio a decenas de personas, los cachorros nacieron, Hirashi sale con Miraiya y tienes tu propio séquito de niños -resumió Shika.

-Sí, creo que eso es todo -asentí.

-Que fastidio -suspiró cansado dejando caer su cuerpo en el una de las sillas del comedor.

Los niños jugaban un poco más allá a los castillos y dragones.

Él se lo tomó mejor que Saku, bueno, ella básicamente estuvo medía hora caminando de un lado a otro para tratar de procesar la información.

Ahora cuida en sus tiempos libres del hospital a los niños para que yo pueda ir a ver a los cachorros, al igual que su madre estaban inscritos en Zooterapia. Me gustaba verlos aunque al final del día vinieran igual y durmieran conmigo y los niños.

Ellos aman a los cachorros, eso me hace muy feliz, es un momento de paz cuando estoy con Nami, los cachorros y los niños. Así sé que los puedo proteger o al menos lo espero.

-Tienes que comer, no hay discusión -me miró serio -te ayudaré con todo lo demás, pero eso solo lo puedes hacer tú. ¿Hay alguien vigilando que comas bien?

-Los niños usualmente me miran mal cuando no como... -comenté.

-¿Cuántas veces ha ocurrido eso? -cuestionó.

-¿Diez... once? Bueno, tal vez quince veces pero no más de veinte -traté de calmarlo.

-¿Te das cuenta que son dos... ? -suspiró cansado -no importa, ¿Cuál de ellos se sienta a tu lado?

-Gregory -contesté dudoso.

-¡Gregory! -lo llamó ganando la atención de todos mientras el nombrado se acercaba -Necesito tu ayuda, Lord Hokage no está bien de salud y debe comer todas sus comidas, pero muchas veces no lo hace, ¿Podrías vigilar que se coma todo? -le pidió con un tono más amable de lo usual.

Que vergüenza.

-¿Señor Hokage está enfermo? -preguntó con los ojos llorosos.

Shikamaru asintió y todos los niños corrieron a abrazarme llorando.

Miré mal a Shika mientras trataba de calmarlos.

-¿Se va a morir?

-No nos deje.

-¿Tiene qu ver con su brazo?

-¡No quiero que muera!

-No me voy a morir -el responsable de esto simplemente se fué, más tarde voy a tener que vengarme.

-Pero señor Hokage... -trataba de hablar Olivia.

-¿Quieren ir a ver a los cachorros? Pronto va a ser su hora de comer -con eso casi todos los niños volvieron a sonreír y a tratar de jalarme hasta el hospital, los demás seguían tomados fuertemente de mi camisa y a Kito lo tenía en mi brazo bueno.

El pequeño no sacaba la cabeza de mi cuello, aunque al menos dejó de llorar.

Una vez en el hospital dejé a Saku con los niños alimentando a los cachorros, necesitaba pensar.

Una semana va desde que estoy tomando la medicina de manera regular. Sé que Hirashi me dijo que solo cuando molestaba mucho, pero necesito estar en plenas facultades para poder ayudar a quienes quiero ahora mismo.

Los equipos habían llegado con sus Jinchūrikis, Gaara era cuidado por Hira y Mira, Naruto era protegido por Jiraiya, para mí suerte ninguno había tenido complicaciones mayores.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo y pide sentir a alguien parado detrás de mí.

No era una persona alta, cabello corto, cara tapada por una tela. Pateé el piso atrapando sus pies en el metal.

Lo que no me esperaba era un puño de fuego al darme la vuelta.

En lo que trataba de que no se me quemara la cara quién sea detrás de la máscara se liberó y comenzó a correr.

Le perseguí como pude, pero era muy incómodo con el cabestrillo, por lo que me lo saqué dejando únicamente el yeso.

Era bastante impresionante, por mucho que trataba de volver a capturar sus pies este saltaba o se movía logrando esquivar cada intento.

¿Un ninja? Si es como Sasuke explica el fuego... Pero también debe estar muy entrenado en sigilo y sobrepasar obstáculos, es extraño conseguir los tres en un solo paquete.

Cuando entró a un cuarto llamó mucho mi atención, fácilmente podía irse por la puerta y detenerme con las personas.

¡La ventana!

Apuré mi paso lo más que pude y entré sin preocuparme por una posible trampa.

Para mi suerte no lo era, el chico se había sacado la tela de su cara para respirar mejor, muy ágil será, pero su resistencia no es mucha.

No se había dado cuenta de mi llegada, solo trataba de retomar el aliento.

-¿Quién eres? -cuestioné -¿Te encuentras bien?

Se sorprendió, pero lo pude volver a atrapar, está vez también capturé sus manos. Así no podrá hacer jutsus.

-Te hice una pregunta -me acerqué curioso, no creo haberlo visto en los expedientes... ¿Un ataque de una aldea vecina?

Eso sería desafortunado dadas a las circunstancias actuales.

El muchacho parecía que no iba a contestar, se había quedado viéndome un buen rato sin parpadear, daba bastante mala espina.

-¿Por qué estás aquí? -pregunté con la esperanza que esto me lo respondiera -¿Cuál es tu aldea?

El desconocido se quedó unos segundos más mirándome fijamente hasta que parpadeó viendo al piso.

-¿Ahora sí? -cuestioné volviendo a atraer su mirada.

-Perdón, Henry puede ser bastante molesto a veces, ¿Voces no? -habló despreocupado quedándose pegado unos pocos segundos.

-Entonces... ¿Quién eres y por qué estás aquí? -volví a preguntar.

-Soy Ninan -se presentó -sobre lo otro... -ven lugar de responder me escupió fuego a la cara de nuevo, pero está vez logrando incendiar parte de mi cabello.

Fuí al baño del cuarto y me mojé la cabeza, pero al volver no estaba.

Un elemental... Si voz se me hace conocida, pero menos juguetona evidentemente.

¡El chico que me salvó en el ataque a Orochimaru!

Pero... ¿Qué hace aquí?

¡Hola!

Espero que se encuentren lo mejor posible y les haya gustado el capítulo.

¡Nos leemos luego!

Una luz de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora